Expresidente califica de error postura de Cancillería sobre refugio a Pinto

“Es un error continuar en esa línea”, fue la postura que asumió el expresidente Jorge Quiroga, con relación al comunicado de prensa difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia, que el jueves por la noche rechazó la decisión de las autoridades del Brasil que oficializaron, horas antes el refugio político al exsenador, Roger Pinto.

A tiempo de lamentar “la falta de respuesta oficial del gobierno brasileño” sobre el ingreso de exsenador a la Embajada de ese país en La Paz, los pormenores de la huida a territorio brasilero y ahora la otorgación de refugio, la Cancillería boliviana asegura que Pinto “no merece ni merecía la protección del gobierno brasileño, bajo el título de Asilo o Refugio”, aseverando que en su momento, presentó todos los argumentos fácticos y legales, pruebas y documentación que demuestran la culpabilidad de la exautoridad en hechos de corrupción.

Tras la determinación del vecino país en favor de Pinto, el Ministerio de Relaciones Exteriores asegura que los procesos judiciales en su contra por delitos de corrupción pública, continúan en marcha.

Al respecto, el expresidente Quiroga pidió al Gobierno dejar de tratar el asunto de Pinto y ocuparse de restablecer inmediatamente las relaciones diplomáticas con el Brasil.

“Brasil ya dio vuelta la página, espero que el gobierno de Bolivia también lo haga, y deje de perseguir a la oposición y priorice la buena relación con Brasil”, manifestó la exautoridad.

Para el expresidente, existen prioridades que deben ser tomadas en cuenta por el Estado boliviano, mismas que fueron rezagadas por el impase con la república del Brasil.

“Hay que renovar el contrato de gas antes del 2018, y nos interesa que el corredor bioceánico Atlántico-Pacífico pase por Bolivia, y no como está diseñado actualmente”, dijo, a tiempo de manifestar que el único resultado que se obtuvo tras la persecución contra Pinto fue “entorpecer la relación más importante que tenemos”. Aseguró que el gobierno brasileño ya olvidó este problema, con la designación de su nuevo embajador en el país, Raymundo Santos Rocha Magno.