El papa Francisco pidió ayer que todas las parroquias, comunidades religiosas, monasterios y santuarios de Europa acojan a las familias de refugiados que llegan en estos días al continente al huir de la persecución religiosa y las guerras de sus países, entre ellos Siria e Irak. Se trata de una de las crisis migratorias más graves de la historia.
“Que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario de Europa hospede a una familia, comenzando por mi diócesis de Roma”, apeló Francisco.
También pidió, además, que no sólo se les diga: “¡Ánimo, paciencia!” porque “la esperanza es combativa con la tenacidad de quien va hacia una meta segura”.