Modernos equipos ayudan al diagnóstico del glaucoma y patología macular

El Hospital Otorrino-Oftalmológico de la Caja Nacional de Salud adquirió varios equipos de última generación para la detección temprana de los problemas mácula (alteración del color en el iris) y glaucoma, patologías que en los últimos años ha tenido una presencia muy frecuente en nuestra población. La implementación de los nuevos dispositivos dieron celeridad a la gran cantidad de exámenes complementarios que son requeridos y, además, de que las citas médicas sean atendidas casi en forma inmediata.

El nuevo tomógrafo OCT, de coherencia óptica, es un detector de una serie de patologías, entre ellas los problemas degenerativos de la mácula y glaucoma. La mácula, de difícil detección sobre todo en sus inicios, con este tratamiento ahora es posible controlarla de forma objetiva, eficiente y temprana.

El problema de la mácula puede presentarse en forma seca y húmeda, pero puede ser controlada de forma objetiva, eficiente y temprana. Para el primero de los casos es posible controlarla con antioxidantes y vitaminas; en cambio la húmeda es la más agresiva, donde la agudeza visual decae en forma abrupta, ya que en dos o tres meses la visión puede decaer en forma alarmante y preocupante, lo que a la postre requerirá de un tratamiento a través de retinología, además de la necesidad de una intervención con láser. El problema de la mácula, de carácter hereditario, es cada vez más frecuente, además que su incidencia es aun mayor cuando uno tiene problemas vasculares, diabetes mellitus y otras patologías.

El glaucoma, también de carácter hereditario, es otra de las patologías frecuentes y crónica. Solo puede ser detectada por el oftalmólogo. Según explica el doctor Pacheco, director del centro, el paciente no siente dolor alguno, menos la manifestación de algún otro síntoma y tampoco presenta un bajón de visión. Pero en raras ocasiones puede presentarse un dolor agudo y obligarlo a visitar a su oftalmólogo. Esta patología en principio puede ser tratada con algunos medicamentos y controles médicos, pero la cirugía es inminente en caso de no obtener los resultados esperados.

El 90% de los casos de glaucoma son de tipo crónico, de ángulo abierto, lo que hace que el paciente no sienta ningún síntoma. Para la prevención de la mácula y glaucoma es necesario que las personas de 40-45 años visiten a su centro médico para la toma de presión ocular, además que el especialista le realice los exámenes necesarios para la detección temprana de estas patologías y otras.

Este problema ocular también es detectado por este moderno tomógrafo que observa la cantidad de fibras nerviosas que tiene un nervio óptico. Este equipo, además, tiene la capacidad de detectar los distintos estadios del glaucoma y que permite ajustar los tratamientos en los pacientes glaucomatosos y evitar que no se dañen las fibras del nervio óptico.

Los médicos recomiendan que los niños –de edad escolar– hasta las personas de la tercera edad puedan realizar sus exámenes y un chequeo médico preventivo de la vista y, de esa manera, evitar a futuro la incidencia en enfermedades oculares severas. Los adolescentes también deben visitar a su oftalmólogo para descartar las patologías corneales (deformación de la córnea).

Según estadísticas de la Caja Nacional de Salud, el crecimiento del número de casos de mácula y glaucoma está en incremento notorio y además que es constante. Ahora, el hospital Otorrino Oftalmológico detecta –en forma temprana– ambas patologías. (Texto: Lucio Valdivia)