Fuga de divisas y devaluación real

La información oficial acerca de las ventas de dólares por el Banco Central en relación con el año pasado, confirma de manera concreta importantes indicadores relacionados con las dificultades económicas que está atravesando el país como efecto de no haber ahorrado en la época de las vacas gordas y por la crisis financiera que atraviesan algunas naciones y que amenaza convertirse en una crisis mundial.

La información del Banco Central señala que hasta junio de este año la compra de dólares alcanzó a 1.560 millones de dólares, mientras en el mismo tiempo del año pasado llegó sólo a 864 millones de dólares, dato numérico que confirma que la demanda de dólares aumentó en forma porcentual considerable y significaría que la moneda nacional está sufriendo una devaluación de hecho, debido al exceso de demanda, la misma que tiene tendencia a aumentar, mientras el Ministerio de Economía sostiene que es innecesaria una devaluación debido a la supuesta invulnerabilidad de la actual economía del país.

Así mismo, el crecimiento de venta de dólares por el Banco Central revela que la caída de los precios de las materias primas (gas, estaño y otros) ya está incidiendo en nuestra economía y que ésta se proyecta con signos de alcanzar mayores niveles. En ese sentido, más a corto que a largo plazo, las reservas del Banco Central irán disminuyendo, más aún porque el país no tiene producción y hace importaciones en mayores proporciones, en particular vía contrabando, por no hacer referencia a las crecientes importaciones oficiales.

El hecho de que el sector privado no financiero haya duplicado la compra de dólares muestra que esas divisas sirven para el contrabando, procedimiento que permite comprar barato en el extranjero y a la vez vender caro dentro del país, dando origen a grandes ganancias para contrabandistas e importadores. No hacemos referencia a los alcances negativos de esta invasión de productos extranjeros sobre la industria y la agricultura del país, que están al borde de la ruina.

Instituciones diversas, analistas y medios de comunicación han insistido desde tiempo atrás en la necesidad de revisar la política cambiaria, actitud que fue respondida por medios oficiales en sentido de que “la medida no es necesaria”, que “no se devaluará la moneda” y que la economía está “blindada” para emergencias eventuales. Sin embargo, las apreciaciones extraoficiales han recibido la confirmación de los hechos y, a la par, han puesto en duda las afirmaciones oficiales.

También se debe agregar que el informe de la oficina de Política Monetaria del Banco Central carece de perspectiva y no ve que la falta de una política oportuna para la moneda nacional es alarmante y que, con el paso del tiempo, el país tendrá que soportar medidas cada vez más “duras” y así ponerse a tono con las actuales características de la economía mundial.