Una justa derrota, no un falso triunfo

El ciudadano común considera que el resultado del encuentro amistoso de fútbol entre los seleccionados de Argentina y Bolivia, celebrado el viernes 4 de los corrientes, en la ciudad de Houston, ha sido el que muchos bolivianos sabíamos que sería, que nuestro Seleccionado recibiría una goleada. Aclaro, ¡no porque lo deseáramos!, sino por los problemas por los que está atravesando la Federación Boliviana de Fútbol, pues tardíamente han sido convocados nuestros jugadores.

Para el colmo, los mandamases de la FBF insistieron hasta el último momento -con una actitud de sumisión a lo foráneo- que nuevamente dirigiera al Seleccionado boliviano un director técnico extranjero, lo que a la vez sería discriminación laboral contra los buenos y reconocidos técnicos que hay en nuestro país.

Pero no hay mal que por bien no venga, porque por un lado el Seleccionado boliviano ha cumplido con el supuesto encuentro amistoso, aunque sea con una contundente derrota. Y aclaramos que en el fondo fue un encuentro forzoso, porque el ex presidente de la FBF, Carlos Chávez, ahora cesado y enjuiciado, oficiosa e irresponsablemente se había comprometido para la realización del partido entre las selecciones de Argentina y Bolivia, ante el rechazo de Seleccionados de otros países, que arguyeron el corto tiempo que se les daba para enfrentarse nada menos que a los subcampeones del mundo.

Por otro lado, todo el pueblo de Bolivia exigió a quienes interinamente manejan la Federación Boliviana de Fútbol la urgente designación del señor Julio César Baldivieso como director técnico del Seleccionado. Dicho entrenador, a pesar de la enorme responsabilidad que cargaba sobre sus espaldas, fue claro al decir que los frutos del Seleccionado no serían inmediatos, sino acordes al rendimiento y los resultados, a largo plazo, con miras al Mundial 2018.

Ahora bien, por todo lo anterior, el ciudadano común considera “una justa derrota” la sufrida por la Selección Nacional, y tal vez deberíamos agradecer que haya sido así, porque le da la inmensa oportunidad al técnico nacional de saber ¡con qué clase de elementos cuenta!, ¡si han respondido en los puestos asignados!, ¡si han acatado las estrategias señaladas!, ¡cuáles han sido las jugadas descollantes que hicieron!

Y, por supuesto, ¡cuáles fueron las malas jugadas que no deben repetirse!, y muchos otros pequeños y grandes detalles, que durante el proceso de preparación hacia el Mundial de 2018, lo ayudarán a conformar un buen equipo, que sin complejo alguno salga a enfrentar de hoy en adelante a todos los rivales que se presenten.

Por otra parte, tal vez deberíamos agradecer que no se haya dado un “falso triunfo” de nuestra Selección, porque con base en ese rendimiento improvisado o de mucha suerte de nuestros jugadores, nuestro director técnico hubiese caído en un error de apreciación y diseñar sistemas de juego que, al final, lo hubiesen llevado a un total fracaso.

Por último, el ciudadano común desea que el largo camino a seguir por la Selección Nacional de Fútbol, dirigida por el técnico Julio César Baldivieso, y sus colaboradores y profesionales jugadores nacionales, sepan responder con alma, vida y corazón a las expectativas de todo el pueblo de Bolivia. ¿Verdad que sí?