Postulantes a educadores urbanos fueron capacitados

Cerca de 200 jóvenes postulantes a educadores viales integrales urbanos (cebras y burritos) fueron capacitados en temáticas de seguridad ciudadana, protección del medioambiente y educación vial.

La primera etapa de capacitación a señoritas y jóvenes concluyó y fueron formados en temas de seguridad ciudadana, cuidado del medioambiente, normas básicas de educación vial, lenguaje de señas, preparación física, expresión corporal, aptitudes artísticas y también se les brindó exámenes psicotécnicos, ya que la tarea de los educadores urbanos será motivar y transmitir alegría a los transeúntes y conductores.

“La siguiente semana iniciaremos con las evaluaciones a los postulantes, veremos en qué medida se ha asimilado los cursos de capacitación que se les ha brindado a los jóvenes, sobre todo las clases de lenguaje de señas. Este tema es importante ya que en nuestro medio existe gran parte de personas con discapacidad auditiva y los educadores urbanos tienen que realizar todas las acciones necesarias mediante señas dirigidas a esta población”, explicó el jefe del Programa Ceja Nuevo Centro Urbano, Hernán Vargas.

Actualmente, se tiene registrado alrededor de 200 postulantes entre damas y varones, de los cuales solamente 60 jóvenes formarán parte de los educadores viales integrales urbanos, denominados cebras y burritos, los postulantes están animados y voluntariosos de educar a la población alteña.

“Se han realizado acuerdos con representantes de Tránsito que han apoyado con un primer taller de formación a los postulantes, los cursos han sido exitosos, y lo aprendido hasta el momento por los jóvenes será replicado en las calles de la urbe alteña, en especial La Ceja, donde que serán inicialmente las áreas de control para los educadores. Queremos tener con este proyecto el mismo éxito que se ha logrado en La Paz, siempre adecuando a las características de la urbe alteña”, concluyó Vargas.

Además dijo que luego de la evaluación se presentará la lista oficial de los aprobados, para que posteriormente salgan a las calles de la ciudad de El Alto con toda la energía que los caracteriza.