Nueva relocalización

El lenguaje de quienes manejan la economía boliviana se parece cada vez más al que usaban los funcionarios que aplicaron el DS 21060 en 1986 y que dispusieron la “relocalización” de los mineros en esa época.

PETRÓLEO ORO ESTAÑO Los representantes de Arabia Saudita han rechazado las propuestas del presidente venezolano Nicolás Maduro para llamar a una reunión de países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y no miembros para tratar de elevar el precio del petróleo a US$ 70 por barril. Maduro presentó su propuesta justo después de que recibió un crédito de US$ 5.000 MM de China para aumentar su producción petrolera “en los próximos meses”. El precio del oro ha caído en 11% desde hace 12 meses. Esta semana las cifras sobre la creación de empleo en Estados Unidos y las expectativas sobre una leve recuperación en el precio algunas materias primas desalentaron la compra de oro en los mercados. La demanda del oro físico en India y China los mayores compradores están niveladas y algunos expertos aseguran que el precio es demasiado alto para la realidad del mercado. Todo esto ha estabilizado el precio. La tercera empresa productora más grande del mundo PT Timah anunció una caída de 97% en sus utilidades de año a año durante el primer semestre de 2015. La caída corresponde a un 26% en el precio. La estatal indonesia redujo sus exportaciones para cumplir con una política estatal unilateral para elevar el precio del estaño. La medida fue saboteada por cooperativas ilegales que en Indonesia son conocidas como vampiros en ese país.

El ministro de Economía, Luis Arce Catacora, acaba de decir que las empresas estatales que tengan déficit serán cerradas, porque eso es lo que manda la actual política económica.

Es decir que ahora se debe esperar que los 4.700 trabajadores de Huanuni sean despedidos, porque la empresa tuvo un déficit de US$ 8 millones entre enero y junio y probablemente ahora el monto haya subido a US$ 10 millones, por lo menos.

En ese caso, la responsabilidad de que la planilla de Huanuni sea de cerca de 5.000 empleados no es de los mineros, sino del propio gobierno del MAS que decidió en 2008 elevar la planilla de 700 obreros a 4.700 obreros.

Esto se parece a lo que ocurre ahora en Brasil, donde la presidente Dilma Rousseff acaba de anunciar “medidas amargas” para enfrentar la crisis.

La explicación de la señora Dilma es que uno de los orígenes de la crisis que atraviesa Brasil estuvo en las extendidas políticas sociales de su antecesor (Lula da Silva) y del primer mandato de ella misma.

La señora dijo a través de Facebook: “Las dificultades y los desafíos resultaron de un largo período en que el gobierno entendió que debía gastar lo que fuese preciso para garantizar el empleo y la renta del trabajador, la continuidad de las inversiones y programas sociales”. Ahora, postuló, es momento de revisar esa estrategia: “Tenemos que revaluar esas medidas y reducir las que deben ser reducidas”.

La lista de las empresas estatales bolivianas que serán cerradas ha de ser muy larga. Incluirá todas las empresas que el Gobierno creó en los últimos diez años sin mucho criterio, como Cartonbol, Papelbol, la apertura de Karachipampa, el proyecto litio, que no produce ninguna utilidad hasta ahora, la Empresa Siderúrgica Mutún y la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol), entre muchas otras.

Ha llegado el momento en que los gobiernos del “socialismo del siglo XXI” deben admitir sus errores. Lo que está faltando es el mea culpa, en que admitan que se entusiasmaron mucho con los ingresos provocados por el auge de los precios de las materias primas y creyeron que iban a ser eternos.

Todos esos gobiernos malgastaron muchos miles de millones de dólares, de manera ingenua o de manera demagógica.

Los anuncios de millonarias inversiones o de políticas que buscan atraer inversión llegan tarde y en el caso de la inversión extranjera directa llegan en un mal momento en el que las empresas extractivas tratan de reducir sus inversiones en respuesta a la caída de los precios.

El ministro de Economía asegura que la crisis internacional no ha de llegar a Bolivia porque la economía del país está blindada por la demanda interna, gran invento de su gestión.	El presidente Evo Morales dice que la crisis ha llegado y que hay que ajustar los cinturones, porque la caída de los precios de las materias primas no es responsabilidad del Gobierno.