El armisticio firmado el año 1953 en Pan Mun Jom, entre Corea del Sur y Corea del Norte, siempre estuvo con una especie de Espada de Damocles sobre la paz firmada debido a que el régimen norcoreano jamás se mostró satisfecho y así lo demostró con las periódicas incursiones sobre territorio surcoreano, inclusive con túneles que sirvieron para desestabilizar la paz surcoreana.
Desde hace dos semanas, hay indicios de que Corea del Norte busca, una vez más, romper los tratados de Pan Mun Jom y así ha encontrado el pretexto de la propaganda de Corea del Sur a favor de la paz, la libertad y la democracia que rigen en ese país y que querrían que haya también para el pueblo norcoreano.
La guerra que se inició en el año 1950 y en la que intervino Estados Unidos en apoyo de Corea del Sur, tuvo en Kim Il Sung, el tirano dictador de Corea del Norte, un fanático por la guerra y, además, un gobernante que aplicó las reglas del comunismo en contra de su pueblo hasta el extremo de haberle restringido todas las libertades y someterlo a una esclavitud inmisericorde tratando de desarrollar su potencial bélico y sometiendo a los posibles contrarios a juicios que generalmente terminaron en el fusilamiento.
Corea del Norte, al contar con el apoyo de China comunista y de la URSS, especialmente con armamento moderno, siempre se mostró reticente y contraria al progreso alcanzado por Corea del Sur que logró sobreponerse a la pobreza y lograr un desarrollo pocas veces alcanzado por otros pueblos asiáticos. Estas condiciones de progreso y mejores condiciones de vida para el pueblo, no convencieron al dictador norcoreano que sostenía: “Que logren desarrollo y progreso para que nosotros lo disfrutemos porque, tarde o temprano, esa parte coreana estará bajo nuestro dominio”.
Corea del Norte, por las políticas autoritarias ejercitadas por el régimen comunista, nunca pudo alcanzar siquiera un mínimo desarrollo porque la mayor parte de su presupuesto, al margen de las ayudas de China y la URSS, lo destinaba a potenciar sus fuerzas armadas y mostrarse como seguro reconquistador del sur. Naciones Unidas, frente a las políticas negativas y revanchistas de Corea del Norte, trató muchas veces de consolidar los acuerdos de 1953 en los que se firmó la paz; pero la posición recalcitrante del tirano que dominaba a ese país, impidió cualquier avance.
Corea del Norte espera que, con sus provocaciones, Corea del Sur reaccione y se rompa el armisticio; pero el régimen libre y democrático de Corea del Sur quiere la paz y la concordia entre los pueblos del norte y del sur y no aceptaría retornar a estados de guerra que podrían acarrear serios daños a ambas partes. Al mundo libre y democrático tampoco le convence que pueda estallar un conflicto en la península coreana que podría tener derivaciones funestas para la paz mundial.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |