La sospecha de Félix

Mi amigo Félix Patzi, gobernador de La Paz, tiene una sospecha que preocupa. Cree que quienes proponen la re-re-re elección de Evo Morales hasta el año 2030 están convencidos de que los bolivianos somos unos tarados.

Llegó a esa conclusión antes de que el señor Morales hubiera hecho una preocupante demostración de su capacidad intelectual al proponer una ley para que nadie que sea mayor de 60 años pueda ser candidato, olvidando que él llegará a esa edad precisamente en 2019, cuando sus idólatras quieren que sea candidato nuevamente.

Es probable que Félix no haya pensado en ese detalle, ni se haya inspirado en ello para decir lo que dijo.

La primera vez que se produjo la repostulación ilegal de Morales se argumentó que se había cambiado la Constitución y el propio nombre del país, por lo que los votantes deberían entender, haciendo un esfuerzo mental, que en ese caso cabía la doble reelección.

Aquí se pone en duda la sospecha de Félix, porque este ejercicio de imaginación por el cual un segundo mandato sea considerado el primero, no es para mentes deficientes, sino todo lo contrario.

Lo que sí es algo preocupante es que en 2014, en la segunda reelección, esa que debía contarse como la primera, en los departamentos de Tarija y Cochabamba votaron el 104% y el 103% de los habitantes en edad de votar, como lo demostró Enrique Velazco Reckling. Lo que sí preocupa es que nadie hubiera protestado por esa inflación de votantes, similar a la que se había dado en 1978, cuando Juan Pereda Asbún fue el candidato del banzerismo.

Es decir que los bolivianos hemos sido convencidos de que, en algunos casos, la segunda vez puede ser considerada la primera, y que a veces, cuando hace falta al elegido, pueden sobrar votantes e, igual, la elección sea válida.

Luego vino otra preocupante demostración. Los miembros del Tribunal Supremo Electoral que manejaron esa elección fueron destituidos casi con ignominia por el propio gobierno, que los acusó de ser ineptos y corruptos, aunque los resultados de las elecciones que esos ineptos y corruptos manejaron ¡son legítimos y válidos!

Es preocupante la sospecha de Félix.

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