A dos días de la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, los gobiernos de Bolivia y Chile aguardan con expectativa la respuesta de la instancia internacional para tratar o no la demanda marítima boliviana. En el país, el presidente Evo Morales instruyó elevar la bandera de la reivindicación marítima a nivel nacional como señal de unidad y esperanza boliviana.
Entretanto, el gobierno de Michelle Bachelet realiza reuniones internas para ver los posibles escenarios tras el fallo por excepciones preliminares de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en Bolivia. El discurso de las autoridades del vecino país persiste, ya que el canciller Heraldo Muñoz afirmó recientemente que Chile no cederá su territorio.
Según Morales, el jueves próximo es “crucial, histórica e inédita” para los bolivianos porque –a su juicio– La Haya dará una buena noticia al país.
“Desde el momento que ha admitido la demanda de Bolivia (la CIJ) sabe que es de su competencia por eso estamos convencidos que habrán buenas noticias el jueves desde La Haya”, enfatizó.