Los mandatarios Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro sellaron entre sonrisas el principio de entendimiento, al cabo de una reunión de cinco horas en el Palacio de Carondelet, sede de la presidencia ecuatoriana.
Santos y Maduro acordaron “el retorno inmediato de los respectivos embajadores (...) y la progresiva normalización de la frontera”, señaló una declaración conjunta leída por el mandatario Rafael Correa.
El gobernante ecuatoriano y su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, facilitaron el encuentro entre Santos y Maduro, en su condición de presidentes pro témpores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), respectivamente.
El acuerdo de Quito prevé además que Colombia y Venezuela realicen una “investigación de la situación de la frontera” de 2.219 km, tras el cierre parcial que ordenó Caracas el 19 de agosto, a raíz de un ataque a una patrulla venezolana que dejó tres heridos. Desde entonces han sido deportados 1.532 colombianos y 18.377 han regresado a su país por miedo a ser expulsados.