El régimen actual ha hecho del ataque al neoliberalismo y el sistema capitalista su principal caballito de batalla para así mantenerse en el poder y seguir aplicando una política económica definida como socialismo comunitario, socialismo del Siglo XXI y otros conceptos de ese nivel.
Pero, mientras en las palabras existe un argumento, en los hechos los acontecimientos marchan hacia objetivos contrarios, o sea que existe una contradicción notable entre lo que se dice y lo que hace, teniendo en cuenta que en este mundo lo único que sirven son los hechos, porque las palabras se las lleva el viento.
En efecto, algún escritor ya estableció que la historia siempre se repite, pero que la primera vez se cumple como tragedia y cuando se reproduce, se cumple como comedia. Eso es lo que se estaría produciendo en la actualidad en el país con motivo de algunos aspectos visibles de la economía.
En forma casual el contenido de esa sentencia política se estaría cumpliendo en la actualidad en el país y no deja de ser tema de interés para políticos, economistas y analistas del acontecer histórico contemporáneo. En efecto, se observa que, con motivo del bajón de los precios de las materias primas en el mercado internacional, la actual situación de la economía nacional podría compararse a la que originó el Decreto Supremo 21.060, cuando la caída de precios provocó el cierre de numerosas empresas públicas, la destitución de cientos de obreros, ajustes monetarios, políticas de ahorro y austeridad y otros.
Al respecto, el Gobierno actual en vista de la quiebra de algunas empresas estatales ha empezado a cerrarlas, como el caso de la Empresa de Construcciones del Ejército. Así mismo, ha comenzado a echar a la calle a decenas de obreros de empresas públicas deficitarias, como Enatex y otras. También está disponiendo rebajar salarios a los trabajadores de algunas empresas, de funcionamiento imprescindible, de tal forma que sigan apuntalando al régimen.
Pero lo más notable de todo y en la senda neoliberal salvaje, se estaría echando a numerosos obreros sin pago de beneficios sociales o en menores proporciones. Así mismo, en el extremo de una política capitalista salvaje, se estaría pidiendo a algunos periodistas que se mantengan en sus cargos, pero sin percibir salario, es decir sólo por amor al arte y apoyo al proceso de cambio, como en un diario oficialista.
Es más, repitiendo la historia del DS 21.060, ya no como tragedia sino como comedia, se dictó el decreto 2.491, por el cual se reduce desde el próximo año de cuatro a tres los salarios mínimos nacionales que se debe tomar en cuenta para la presentación de facturas y de esa forma evitar el descuento del 13 por ciento por el Régimen Complementario al impuesto al Valor Agregado (RC-IVA), reducción salarial que fue denunciada por obreros fabriles de Cochabamba que amenazaron radicalizar sus acciones de protesta y fue elevada a conocimiento de la COB.
Se sumó a esa denuncia la Confederación de Trabajadores de Salud. Es más, los 5.000 obreros de la estatal minera de Huanuni temen una “relocalización” con el estilo del DS 21.060, más aún cuando el precio del estaño ha caído de cerca de 15 dólares la libra a alrededor de 7, con la perspectiva de producirse un precio tan bajo que obligue a “medidas amargas” y “ajustarse los cinturones” hasta más allá del último agujero.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |