Bogotá.- El acuerdo sobre justicia transicional sellado por el Gobierno colombiano y las FARC, que según ambas partes anuncia un cercano fin para el prolongado conflicto interno, generó ayer una oleada de optimismo y satisfacción, aunque también hubo advertencias sobre un riesgo de impunidad.
“Estos logros estimulan el esfuerzo de los equipos negociadores”, dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, para subrayar después que “también fortalecen la esperanza de todo el continente americano de ver a Colombia en paz”.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y Rodrigo Londoño “Timochenko”, máximo líder de las FARC, acordaron el miércoles en La Habana un plazo de seis meses como máximo para firmar la paz.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se unió ayer a las felicitaciones para ambas partes por un acuerdo que representa un “progreso significativo para alcanzar un acuerdo final de paz y colocar a Colombia más cerca aún de que termine el conflicto armado más largo del hemisferio”.
Asimismo, el Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, felicitó ayer a Colombia, confió en que el acuerdo contribuya a “lograr el fin de la violencia” y reiteró su apoyo “a todo esfuerzo que contribuya a alcanzar la convivencia pacífica del pueblo colombiano, en un marco de respeto al estado de derecho”. (EFE)