Luego que se conociera el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, de rechazo a la objeción chilena planteada a la demanda boliviana de acceso soberano al océano Pacífico, el excanciller Gustavo Fernández aseguró que habrá un proceso de rendición de cuentas al interior de Chile, que podría empeorar los problemas políticos en ese país.
"¿Cuál va ser la reacción de Chile al fallo?, yo creo y lo dije oportunamente en las reuniones de carácter privado e incluso en una entrevista a un medio, que al presentar la objeción Chile, se había planteado un dilema porque enfrentaría un problema político interno, en un país que ya tiene varios problemas, y encontraba este fallo como un problema más para que parte de la opinión pública y los partidos acusaran al Gobierno de incompetente en los asuntos del Estado", señaló.
Las declaraciones del diplomático de carrera, fueron realizadas durante un foro debate, organizado por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en la que también participaron los juristas internacionalistas Asdruval Columba, Karen Longaric, además de los politólogos Julio Alvarado y el director de la carrera, Javier Tapia.
El también excónsul en Santiago dijo que aunque Chile se esfuerce por mostrar un mensaje de unidad nacional ante el fallo de La Haya, "seguro que en unos días más, saldrán las acusaciones de incompetencia en contra del Gobierno".
El excanciller señaló después a ANF, que el proceso de evaluación interna en Chile pasará por analizar cómo se administró la objeción preliminar a la CIJ y es donde "habrá críticas sobre quién se equivocó, por qué lo presentaron en la primera instancia, si se podrían haber evitado este pronunciamiento y sus consideraciones".
Fernández dijo que "hubo una excesiva arrogancia de parte de Chile, y que finalmente se probó que era vacía de contenido".
El fallo por el cual la CIJ se declaró competente de conocer la demanda marítima boliviana, según Fernández, es porque contiene elementos que hay que analizarlos con mayor detalle; ya que, por un lado, significa que varias de las "piedras fundamentales" de la política exterior de Chile sobre el tema del mar se quedaron "sin piso" como el Tratado de 1904, por el cual ese país sostenía que no tenía nada pendiente con Bolivia.
Fernández recordó que incluso hasta hace poco, había la intención de Chile de renunciar al Pacto de Bogotá, pero razonamientos internos sobre las posibles consecuencias y lo que ello significaría para su imagen a nivel internacional frenaron esas posiciones.
"Ganó el principio de que las controversias entre los Estados deben resolverse por las vías pacíficas en aplicación de los instrumentos jurídicos internacionales, que ha sido siempre la posición de Bolivia", señaló.
Destacó que Bolivia participó en este proceso con una misma lógica, junto a un equipo de profesionales altamente calificados y de una enorme inteligencia, que trabajaron bajo la coordinación del expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé, y respaldados por el expresidente Carlos Mesa, en la campaña mediática de la demanda marítima a nivel internacional, así como expresidentes y excancilleres.
"Uno de los elementos principales de este éxito diplomático es la consistencia de la demanda jurídica de abogados de gran calidad bajo la coordinación y dirección de autoridades como Eduardo Rodríguez, que cumplieron un trabajo excepcional"; aseveró. (ANF)
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