Mitsu Miura
Nuestro saludo cotidiano, como “buenos días”, “buenas tardes” y “buenas noches”, ¿cómo se dice en japonés? “Buenos días” se dice “ohayo”, significa que usted se ha levantado muy temprano, lo mismo sucede con el saludo de “buenas tardes”, no es decir usted tenga “buenas tardes” sino se dice “konnichiwa” (quiere decir hoy es….). Simplemente se dice hoy es… no hay deseo, es una descripción, quiere decir usted está ahí, yo también estoy quí, existimos ambos en ese momento que se llama hoy. Más allá de describir esa situación no existe deseo ni recuerdo, simplemente una sencilla situación, hoy es…
Lo propio sucede con “konbanwa”, que quiere decir esta noche… no es deseo como “buenas noches”, no existe tal cosa sino esta noche… una descripción de la actual situación, algo estático, no se mueve a la derecha ni a la izquierda. Pero así se comienza la situación de esta tarde, de esta noche, el momento que estamos dos sujetos, usted y yo en este espacio, y en el tiempo al decir en este momento.
Concluyendo, no hay campo semántico común para poder traducir a “buenos días”, “buenas tardes” y “buenas noches”.
En cuanto al “valor del bien” para “buenos días”, “buenas tardes”, “buenas noches”, ¿podrá tener buen día sin levantarse temprano?, ¿debemos analizar que levantarse a temprano es algo positivo?, no muestra explícitamente esa situación, quizá puede tener buen día sin trabajar. Si algún punto se debe radicar, analizando en profundidad justamente será ese punto que es el bien común, el valor bien que es para la persona que saluda con unos buenos días. Si alguna diferencia existiera entre “buenos días” y “ohayo”, ese punto debemos desarrollarlo por mucho que parezca forma de pensar, manera de ver el mundo, qué es bien, qué es bueno. Simplemente analizando saludos para ver dónde radica la diferencia, no podemos concluir que existe la diferencia, ya que podría ser una simple fachada.
Confirmamos esa afirmación, ese punto positivo mutuamente pronunciando “ohayo”, es decir un día se comienza trabajando, levantándose temprano, gozando de la salud que recibe ese día, gozando de lo bien que dormí, o descansé bien. Por otro lado, “buenos días” sería desear que usted tenga bonito día, una dirección de deseo, no solamente pedirlo. Y está también confirmando para mí, es un buen día, porque sanamente podría pronunciarlo, ya que estoy respirando, comienza un nuevo día, si hubiera muerto no podría pronunciar las palabras “buenos días”. Al decir “buenos días” estoy retroalimentando esas palabras, como efecto bumerán.
El saludo “buenos días” a simple vista es un deseo de usted, tendrá un buen día, en el fondo mi persona también está incluida en ese deseo “buenos días” en español y “ohayo” en japonés es algo que no se entiende, ya que la manera de pensar es muy diferente, pero se encuentra en un punto común contundente, es el deseo de existencia, de continuación, deseo de la vida vital, la exterioridad de la expresión, como por ejemplo: “konnichiwa”, hoy día… “konbanwa” esta noche… No es un deseo directo hacia otra persona, sin embargo el deseo la continuidad de la vida está implícitamente latente, para querer luego describir lo que pasará y lo que continuará, esa es otra forma de desear, uno mostrando la cara, o dos mostrando la espalda, pero el cuerpo es el mismo.
La autora es docente en las carreras, Lingüística, Filosofía UMSA.
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