“Petardo” y la Ley de Protección a los Animales

“Petardo”, un perro mestizo, de pelaje negro-café, llegó a la ciudad de La Paz con una multitud de marchistas del Comité Cívico de Potosí y de otras organizaciones populares. Nadie sabe por qué motivo se unió a la cabeza de ellos, pero caminó 11 días con este conjunto ciudadano. La UMSA les abrió las puertas en su coliseo para que se alojen, incluyendo a “Petardo”.

En uno de los primeros enfrentamientos en las calles de la ciudad, ladraba a los “verde olivos” y no tenía miedo a los gases lacrimógenos. En el enfrentamiento del 12 de julio uno de los mineros lanzó una dinamita y el can, creyendo que era un juguete, la agarró estando prendida. Los marchistas gritaban para que la deje, pero por extraño destino la mecha se desprendió de la dinamita y no explotó. Posteriormente en las puertas del Ministerio de Gobierno, donde se produjo un ambiente convulsionado por la fuerte gasificación de la Policía, “Petardo” se extravió y en la noche un grupo de mineros lo encontró en un rincón de la Plaza San Francisco para luego ser alojado en el Coliseo de la UMSA.

Familias voluntarias lo buscaron para adoptarlo, pero él, leal como siempre con los marchistas, prefirió volver a Potosí junto a ellos porque, más allá de ser una mascota, resultó siendo un potosino más que luchaba por los derechos de un pueblo engañado con promesas incumplidas.

En el Japón, un perro de raza le fue regalado al catedrático de Agricultura de la Universidad de Tokio Eusaburo Ueno. El docente lo adoptó con mucho afecto y en reconocimiento el can estuvo siempre a su lado. Todos los días lo acompañaba hasta la estación de trenes de Shibuya cuando se dirigía al trabajo y a las 5 de la tarde lo recibía en el mismo lugar por espacio de 5 años. El 21 de mayo de 1925 el catedrático sufrió un infarto mientras daba clases y falleció. Por espacio de 9 años Hachiko se sentaba frente a la estación a la espera de su amo.

El anterior episodio conmovió no solo a Tokio sino a todo el Japón al extremo de que, noble como es este pueblo, delegó al Municipio de Shibuya construirle una estatua de bronce a Hachiko en el mismo lugar de la referida estación, Varias películas replicaron su historia, una de las cuales fue la que se rodó con Richard Gere titulada “Siempre a tu lado Hachiko”.

¿Acaso “Petardo” no merece un reconocimiento mayor que Hachiko si él se constituyó en un leal y comprometido héroe de todo un pueblo en busca de sus legítimos derechos? Grandes sectores ciudadanos de Potosí demandaron se levante un monumento a “Petardo”, ya que de esta manera se mantendría el recuerdo de un símbolo que luchó junto a su pueblo que mostró su valentía para reclamar promesas incumplidas, pero quizás sería mejor colocarle una placa en la Gobernación de Potosí o en la Casa de la Moneda para evitar su destrucción por parte de políticos resentidos.

En cuanto corresponde a la ley por la defensa de los animales, gracias a la persistente campaña del matutino EL DIARIO y de instituciones que se dedican a la defensa de esta noble labor, el Parlamento Plurinacional dictó la Ley No. 700 de 1/6/2015. Ahora corresponde a los gobiernos municipales de todo el país, en sus niveles deliberante y ejecutivo, implementar en el menor tiempo posible aquella ley con disposiciones y reglamentaciones necesarias para su aplicación práctica con toda voluntad y energía, entre las cuales deberían estar las que continúan en promesas y en discursos como las siguientes:

Establecer el padrón sistemático para el registro de animales domésticos por raza, sexo, nombre, fecha de nacimiento, datos de su residencia y el nombre de la propietaria o el propietario. Establecer un impuesto racional anual por su tenencia. Impulsar campañas permanentes de adopción voluntaria, impulsar campañas permanentes contra enfermedades zoonóticas como la rabia, la hidotidosis y otras similares. Impulsar campaña de esterilización de animales domésticos machos y hembras para evitar la sobrepoblación y su abandono callejero. Establecer duras sanciones para los organizadores de peleas de animales domésticos. Establecer sanciones para quienes realicen venta de animales domésticos en vías públicas y mercados. Establecer sanciones penales y económicas para quienes no cumplan las anteriores disposiciones y otras que pudieran ser establecidas en las leyes municipales. Estos son los requerimientos de grandes autores ciudadanos y de esos nobles y leales amigos y compañeros creados por Dios.

Con aquel noble afecto que demuestran, están expresando a sus amos: “compréndeme y yo te comprenderé, por muchos años yo seré tu mejor amigo. Entenderé tus cambios de humor, tus días buenos, y en tus días malos, estaré ahí a tu lado, acompañándote en tu soledad, en tu tristeza. Te trataré con el mismo amor, con la misma lealtad. Lameré tu mano cuando me castigues porque mi capacidad de perdón es infinita. PERO NO ME CASTIGUES, ENSÉÑAME. No me compres, ADÓPTAME para ser tu compañera(o) en tus tristezas y alegrías.