Pekín.- Cerca de siete personas murieron, 51 resultaron heridas y dos están desaparecidas al producirse ayer 17 explosiones, al parecer provocadas, que afectaron a numerosos edificios públicos en la región meridional china de Guangxi, unos sucesos en los que la policía local descarta el ataque terrorista.
Las explosiones se iniciaron a las 15.50 hora local (7.50 GMT) en Liucheng, una cabecera de comarca de la región, y en otras zonas de los alrededores como la ciudad de Liuzhou, y afectaron a la sede del gobierno local, un hospital, una estación de autobuses, varias zonas comerciales y una prisión, según la televisión estatal CCTV.
Pese al alto número de explosiones en lugares estratégicos y a la sensible fecha –mañana (hoy) China celebra su Día Nacional, el aniversario de la fundación del régimen comunista-, la policía local ha insistido en que descarta que grupos armados estén detrás de los ataques y apunta por ahora a un único sospechoso. (EFE)