El inicio de los bombardeos rusos en Siria, en principio anunciados contra el autodenominado grupo Estado Islámico (EI), no han tardado demasiado en levantar una incógnita: ¿A quién están realmente atacando?
Rusia, el principal apoyo internacional con que cuenta el presidente Bashar al Asad, había acordado con EEUU incorporarse a los esfuerzos contra los radicales islamistas en Siria y sorprendieron con el inicio de una campaña aérea que, según los primeros reportes, comenzó en Homs, bastión de los rebeldes que combaten contra el gobierno de Al Asad; además continuó en otras localidades donde tampoco está documentada la presencia de EI.
De ahí que resultara inevitable la cuestión: ¿Están los rusos atacando a los opositores al régimen sirio y no a islamistas? (BBC)