El equipo de Luis Enrique cayó ante el Sevilla, en un partido donde se mostró en su peor versión.
El Barcelona se llevó un palo en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla ganó 2-1 a un equipo sin suerte que chocó hasta en tres ocasiones con los postes de la portería de Sergio Rico, uno de los protagonistas de la jornada tras erigirse como un muro frente al cuadro azulgrana.
Los hombres de Luis Enrique Martínez no acaban de arrancar. Claramente no es el equipo ganador de final del curso pasado. Lesiones inoportunas (Messi, Iniesta, Vermaelen, Rafinha), la ausencia de los fichajes que no pueden jugar hasta enero (Arda Turan y Alex Vidal) y el estado irregular de algunos jugadores, son las causas probables causas de un arranque de curso dubitativo en el Barcelona. La derrota ante el Sevilla es la segunda consecutiva a domicilio tras perder hace dos jornadas contra el Celta. Pero también es la confirmación de una sorpresa anunciada después de sudar horrores para ganar entre medias al Las Palmas y al Bayer Leverkusen en el Camp Nou.
En esta ocasión, el equipo de Unai Emery se llevó un premio excesivo. Aprovechó al máximo sus ocasiones. Sólo disparó cinco veces a puerta y se encontró con dos goles de Michael Krohn-Dehli y de Vicente Iborra, ambos en la segunda parte. Pero fueron suficientes para coger aire después de perder contra el Juventus y de coquetear con el descenso en el primer tramo del curso.
El Barcelona, con todos sus problemas, puso contra las cuerdas a su rival, que se encomendó a “San poste” y a “San Sergio Rico”. Primero, Neymar sacó una falta que golpeó en el palo y en la espalda del portero del Sevilla; después, Luis Suárez mandó un córner a la cruceta; y al final, Sandro disparó al poste en la segunda parte. Rico se encargó de desbaratar el resto de acercamientos del Barcelona y al final fue uno de los héroes de su equipo, que dejó al club azulgrana sin el honor de ser líder el sábado. Hoy, podría acabar a dos puntos del Real Madrid, siempre que gané en el Calderón. En Cornellá-El Prat, el Sporting consiguió su primera victoria a domicilio de la temporada. El equipo de Abelardo Fernández está cumpliendo con creces en su regreso a Primera División. Es un rival incómodo para cualquiera, pelea siempre hasta el final y, a veces, como hoy, consigue buenos premios. Se lo dio Álex Menéndez en el descuento, con un zurdazo que deprimió al Espanyol. Fue el 1-2, en el que Alen Halilovic abrió el marcador con un golazo en la primera parte. El croata comienza a explotar y los asturianos se lo agradecerán. No lo hará el conjunto “periquito”, que, aunque llegó a empatar gracias a Felipe Caicedo, no rascó ni un punto.
EFE
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