El 15 de diciembre de 2015 fenece el mandato de miembros del Consejo de Administración y de Vigilancia de Cotel, elegidos por un esmirriado número de votantes que no llegaron ni al 6% de habilitados. Los socios son más de 150.000.
El Tribunal Supremo Electoral ya hizo conocer que se cuenta con una norma para la realización de elecciones en instituciones de servicios públicos y es de estricto cumplimiento. Hasta la fecha no se ha convocado a elecciones y parecería que se pretende un prorroguismo.
Se han presentado serios problemas en la administración de Cotel, desde hechos dolosos, pasando por acciones de violencia e irregularidades calificadas de corrupción, abuso de autoridad, desconocimiento al Estatuto Interno y reglamentos institucionales.
No hubo ninguna tarea para transparentar la administración; contrariamente, se ha agudizado la crisis técnica, económica y administrativa. Se impidió auditorías internas. No faltó temeridad, difamación e injurias verbales; sin consideración y respeto se amenaza expulsar a socios, quitándoles el derecho a exigir transparencia en la administración.
Dos señoras componentes del Consejo de Vigilancia que realizaban huelga de hambre para exigir cumplimiento de normas administrativas al ex Presidente de Cotel, fueron agredidas físicamente. Los responsables directos y los encubridores tendrán que ser sancionados aplicando con rigor la Ley 348. Públicamente se ha agraviado e infamado a socios de la tercera edad, siendo este otro delito penal, por pedir aclaración de las denuncias de malos manejos. No hay idoneidad profesional. No se ha ejecutado ningún proyecto técnico que promueva el acceso a nuevas tecnologías y así ingresar a mercados de competencia. No se ha mostrado iniciativas, emprendidas para una vertiente socio-económica, con la armonización de redes y servicios, como exigen los retos de la modernidad, y adoptar soluciones viables en los tiempos que vivimos.
Un trabajo importante representa la constante innovación y actualización por continuos cambios que se producen, incluyendo procedimientos y trámites administrativos para optimizar tiempo y recursos tanto humanos como económicos, diseñando mecanismos innovadores según recomendaciones internacionales. En estos dos años no se ha definido líneas de actuación para impulsar soluciones a la crisis de Cotel, que continúa siendo la más rezagada y conflictiva del sistema cooperativo de telecomunicaciones.
Todo lo acontecido hasta hoy en Cotel debe llamar a la reflexión para la recuperación institucional. Depende de los socios, que ojalá dejen su indiferencia y, en uso de sus atribuciones, derechos y responsabilidades, estipulados en la Ley General de Cooperativas vigente y su Decreto Reglamentario, puedan consolidar la propiedad del Fondo Social, que consiste en todos los recursos económicos, aportaciones, bienes muebles, inmuebles de propiedad de la cooperativa, donaciones, legados, excedentes y otros, así como la revalorización de su Certificado de Aportación, nominalmente de $us 1.500, ahora cotizada en $us 200, por negociados de administradores e interventores políticos que se enriquecieron y nunca fueron sancionados.
Los socios somos los únicos propietarios de Cotel y podemos definir el destino de nuestra cooperativa. Ejecutivos y trabajadores son empleados circunstanciales de los socios. Es necesario aclarar que según la Ley de Cooperativas, ningún asociado o asociada de una cooperativa de servicios públicos podrá pertenecer a un sindicato laboral de la misma. En un Estado de Derecho todos estamos obligados a cumplir las leyes.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |