Informes contradictorios

Hay situaciones de desorientación que vive la comunidad nacional debido especialmente a contradicciones en que incurren las autoridades. Especialmente cuando se trata de informes sobre la situación económica, hay declaraciones de uno u otro funcionario que no se acomodan a la verdad porque se contradicen entre sí. Un ejemplo es el hecho de que el Ministro de Economía ha reiterado muchas veces que la economía boliviana “está blindada” (término extraño que nadie entiende) seguramente por decir que “sólida o fuerte”; la contradicción está en el hecho de que consta al pueblo, a las instituciones y a los propios integrantes del Gobierno, que la situación económica del país no es tan sólida como se dice.

Hay dificultades económico-financieras debido a la caída de los precios del petróleo, y como los precios del gas dependen de la cotización para el petróleo, automáticamente nuestros ingresos por ventas a la Argentina y al Brasil tienen que haber bajado; sin embargo, se dice que “es normal la venta a ambos países y los pagos son oportunos, normales y en los montos fijados en los contratos”. Efectivamente, pueden haber precios que, así haya declinaciones internacionales, podrían regir para las ventas que hacemos; pero, ello hay que informarlo con detalle, explicando las causas para “esos pagos normales y sin disminución alguna”. Por otra parte, el Presidente pide “ajustarse los cinturones” por la crisis financiera, pero el Ministro de Economía sostiene que la economía es sólida. Así, en las malas e interesadas informaciones que se da, se dijo que el Papa consumiría coca, lo que fue totalmente falso.

Hay declaraciones de tipo político que confunden a la opinión pública porque hay funcionarios precipitados que dicen lo que sea para “salir del paso” con los medios de comunicación y, a poco, surgen informes que rectifican lo dicho. En relación con la importación y producción de alimentos, también se ha producido versiones contrarias, débiles y escuetas que confunden lo que el pueblo consumidor experimenta en su diario vivir, especialmente si tiene que adquirir productos en los mercados.

Es muy importante que las autoridades, en relación con informaciones sobre aspectos políticos, económicos, empresariales y hasta sociales, se pongan de acuerdo, compatibilicen las diversas posiciones y convengan en qué informarán a los medios con una sola versión o, en casos, sea el ministro de Estado respectivo el que informe o comente lo relacionado con los temas que atiende su despacho; en otras palabras, que no sean varios los informantes que, muchas veces, tergiversan, posiblemente sin querer, y sólo por falta de conocimientos precisos, lo que tengan que decir.

Es necesario, por la propia tranquilidad del Gobierno, que la colectividad esté debida, oportuna y verazmente informada sobre los acontecimientos nacionales, sean políticos, económicos o de cualquier naturaleza, evitando contradicciones peligrosas que restan seriedad no solamente al Gobierno sino al Estado mismo, habida cuenta que no pueden circular versiones sobre un mismo tema que se contradigan entre sí y confundan no solamente a la colectividad nacional sino a la opinión pública mundial.