Sobre el “camino de la muerte”

Señor Director:

En días pasados me enteré que fue publicada una nota escrita por el ilustre Sr. Aldo Luna Maceda, en la cual se refería al camino mal llamado de la muerte, teniendo muy poco conocimiento sobre la construcción del mismo. Es bueno hacer conocer a la opinión pública que este camino ha sido construido en la época de la Guerra del Chaco, por los prisioneros del Paraguay en esa época, y muchos de ellos formaron sus familias en el pueblo de Coroico, que se esfuerza para el engrandecimiento de todo el Norte Yungueño y sigue siendo la esperanza de todo ese sector.

No podemos negar que sí hubo accidentes fatales, no por culpa del camino, sino más bien por fallas humanas o mecánicas.

Señor Director, si hablamos del camino de la muerte en ese bello sector, qué podemos decir de la carretera La Paz – Oruro, sobre la que a diario hay accidentes, como escuchamos y vemos en los medios de comunicación. Entonces tendríamos que preguntarnos ¿cuál es el verdadero camino de la muerte?

También deseo aclarar que ese camino ha sido abandonado por la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), en cuanto a mejorarlo y ampliarlo para su uso corriente, ya que hoy solo lo utilizan los ciclistas que buscan una aventura, porque los transportistas utilizan la carretera asfaltada Cotapata - Santa Bárbara, y la misma que tampoco tiene un buen mantenimiento para que esté en buenas condiciones, ya que Coroico es la Capital Turística de Bolivia. Es más, quiero hacer conocer que ese bello paraje fue cuna de los que nos dieron la independencia, como son los hermanos García Lanza; que a uno de ellos, Miguel García Lanza, lo llamaron el Pelayo americano, que luchó 15 años para darnos nuestra libertad. Hoy Coroico sigue dando hombres ilustres, por ejemplo en la abogacía, militares y otros hombres de bien.

Felipe Armando Jiménez Sanjinés

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