El departamento de Potosí es una población minera que contribuye con su producción a generar recursos económicos para el Tesoro Nacional. Esta labor ha sido efectuada desde el descubrimiento de la plata en el Cerro Rico, en tiempos de la Colonia, con tanta intensidad que causó la admiración del mundo, por las cantidades fabulosas de este mineral desplazadas en barcos a España. Sin embargo, con el paso del tiempo y la producción constante, empezó a agotarse la mina, quedando en el recuerdo una época legendaria.
Posteriormente, la actividad minera continuó con la explotación de yacimientos de estaño y otros minerales de baja ley. Actualmente la mina San Cristóbal es bastión metalúrgico y de mucha importancia para el país, por la producción de estaño.
La región así como tuvo épocas de bonanza, actualmente atraviesa momentos económicos difíciles, por el agotamiento de sus minas, sumándose a ello la caída del precio de los minerales, que afectó a la economía potosina, ya que varios proyectos de desarrollo de la región no se los podrá realizar, por la disminución de ingresos económicos.
Por esta situación negativa, los ciudadanos potosinos se movilizaron para conseguir mejoras mediante la aplicación de medidas que impulsen su desarrollo, saliendo a las calles y al ver que no eran escuchados por las autoridades departamentales, fueron a la sede de Gobierno, surgiendo refriegas y tumultos que las fuerzas del orden difícilmente pudieron controlar. Sin embargo los manifestantes potosinos al no logar, después de varios días, atención para sus demandas, se replegaron nuevamente a su departamento, con un resentimiento general, que dio lugar a pronunciamientos a favor de la autonomía para su departamento o federalización.
Este pronunciamiento no es nuevo, ya que en 1940 los potosinos por primera vez plantearon la federalización del departamento, al presentarse la misma situación de abandono y pobreza, lo que dio lugar entonces a la intervención del presidente Enrique Peñaranda, que ordenó el desplazamiento de cuatro regimientos para sofocar el pedido popular y con el consiguiente cerco a la ciudad y entrar en ella con tanques de guerra, cañones y otras armas, dando lugar a que fuera tomado preso el Alcalde. El pueblo potosino en ese tiempo respondió con un cabildo abierto que ratificó su pedido de mayor atención para la región.
En ese sentido, cuando se efectuó el referéndum en Potosí este año, la población votó para hacer conocer un NO contundente, por la forma en que fueron respondidas sus demandas en la sede de Gobierno. Este mismo sentir dio lugar a que otros cuatro departamentos del país dijeran también NO, como protesta por la demora en la aplicación de la autonomía, ya que se habla del Pacto Fiscal, pero se hace maniobras para no ponerlo en vigencia. Por ello la conducta del movimiento potosinista tiene repercusión en el país, por lo que se exige prestar mayor atención a sus demandas, que no son injustas y solo necesitan mayor comprensión, porque son de bolivianos y tienen derechos como tales y se tiene que preservar la unidad de Bolivia.
El autor es Profesor Emérito y ex Decano de Odontología UMSA.
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