Arrogancia, despilfarro y descontrol

Sabemos que el socialismo es una forma de organización social privada, donde un caudillo, rodeado de un grupo reducido de sus íntimos, monopoliza el poder y controla medios de comunicación, centraliza la administración y explotación de recursos naturales; para mantenerse en el poder crea su propio código de ética; solo ellos tienen derecho a mentir, subyugan a todo el que piensa diferente, rechazan incluso las ideas del resto de la sociedad. Como corolario, ignoran el Estado de Derecho, razón por la cual son extremadamente arrogantes y omnipotentes.

En nuestro país, aprovechando la paciencia de los ciudadanos y la “templanza o simulación” de muchos medios de comunicación, en especial de algunos comunicadores, a nivel nacional e internacional, los jefes socialistas plurinacionales incurren en dos formas de arrogancia política:

La primera de orden moral, porque se consideran éticamente superiores al resto de la población, en especial sobre aquellos ciudadanos que componen las 36 naciones, pueblos indígenas, campesinos, a quienes consideran súbditos, mediante chantaje, coerción y por último fuerza. Les imponen la noción antiliberal, conculcan sus libertades, e incluso su capacidad de raciocinio para subordinarlos y someterlos a los designios del caudillo, iluminado por unos cuantos “genios”.

La segunda forma de arrogancia es de carácter cognitivo, con base en sus “funciones cerebrales sofisticadas y únicas”. Los socialistas del gobierno de turno centralizan y controlan todo, es decir las bases fundamentales de los bolivianos, la estructura y la organización funcionales, territoriales, económicas y, por último, la jerarquía y normativa de la Constitución Política. Suponen que unos cuantos politiqueros burócratas y sus súbditos a sueldo, pueden decidir sobre el destino de nuestro pueblo.

El origen de la arrogancia del cabecilla y sus secuaces radica en el despilfarro del dinero que pertenece al pueblo, lo que provoca una intoxicación con su propio poder, creando un Estado imaginario que solo existe para los gobernantes y sus vasallos.

Y es que para nadie es desconocida nuestra época de bonanza. Según datos oficiales presentados por el Poder Ejecutivo, mediante el Ministerio de Economía, a la Asamblea Plurinacional, en los últimos 10 años (periodo 2006-2015) el Presupuesto General del Estado programó un ingreso y gasto de Bs. 2.100.634 millones, equivalente $us. 300.090 millones.

Con un poco de aritmética, ese monto representa el gasto de 40 años de gobiernos anteriores, o sea se tiene un ingreso de 4 a 5 veces más que antes del 2006; las preguntas lógicas serían: ¿algún empleado gana 4 veces más de su salario?, ¿la población boliviana se benefició con 4 veces más en salud, educación y seguridad ciudadana?, ¿existe 4 veces más producción de energía e hidrocarburos? La respuesta la tiene el ciudadano boliviano.

Habiendo transcurrido 10 años y 8 meses de la consagración del “famoso” Estado Plurinacional Comunitario Socialista, hemos escuchado un informe de gestión anual y redundante, con un contenido demagógico, electoral y precario, donde el caudillo cada vez fustiga a los “neoliberales, privatizadores, capitalistas que regalaron nuestra riqueza a las transnacionales”. Vale la pena recordarles que en la actualidad están gobernando con adinerados de las empresas industriales y la banca del oriente y occidente, “empresarios” del cultivo de la coca, directorios de las empresas mineras, la confederación del transporte internacional, todas esas entidades están ligadas a grandes transnacionales.

Gastos aproximados en compras desaforadas, sin licitaciones: Para YPFB $US 30.000 millones, en plantas llave en mano, maquinarias y equipos, inmuebles, mobiliario, aviones y avionetas, motorizados de todo tipo y uso. Para la vigencia del Gobierno (Bolivia cambia), $US. 15.000 millones, viajes suntuosos a otros países, de los gobernantes y sus comitivas.

Organización e instalación de “Cumbres y Encuentros” nacionales e internacionales para todo y nada, pago de pasajes aéreos y terrestres, hospedaje, alimentación, viáticos, bailes y farras de los asistentes nacionales y extranjeros. Organización y ejecución de marchas y contramarchas en el país y en exterior. Creación de “Fondos económicos sin retorno” para los fieles a la causa. Construcción y compras de coliseos, estadios, hoteles y casas de hospedaje para los peregrinos de la revolución. Adquisición de varios medios modernos de comunicación, incluyendo sus deudas y empleados. Compra de personas y conciencias.

En “proyectos y plantas” estratégicos, $US. 12.000 millones; 54 industrias llave en mano con y sin uso. Programa de vivienda para todos. Construcción, sin supervisión, de carreteras con doble y triple vía, en todo el territorio nacional. Teleféricos de transporte masivo con “excesiva demanda”. Campañas por el mar. Campañas por el sí…

Se tiene presupuestado aproximadamente $US 20.000 millones para los próximos 4 años, en la construcción de varios hospitales de 1ra, 2da y 3ra categoría en todo el país. Construcción de carreteras subterráneas y bioceánicas. Instalación de una Planta Nuclear, “tal como publicitó el vice, ese Centro servirá para que los plátanos tengan mayor tiempo de maduración, como lo hacen en EEUU, Alemania y China”, sencillamente maravilloso. Por algún motivo se olvidaron de la educación; comprobado: a todo tirano siempre le conviene un pueblo inculto.

Por estrategia partidaria, el único que sabe sobre la bonanza en el narcotráfico es el líder, ojalá que ese secreto no lo lleve a la… y nos lleve a la ruina antes de ser reelegido, hasta que el Palacio se convierta en asilo.

El autor es docente universitario.

almamor2003@hotmail.com