Comunicación, autoestima e identidad

Hace unos días, un locutor de radio me dijo que “hablar como argentino le ayudaba a conseguir más audiencia porque su voz sonaba más interesante”.

Es decir, aparentar lo que no era lo hacía más atractivo (según él).

Y, lamentablemente, no es el único que piensa así. Hay muchos locutores y locutoras que consciente o inconscientemente fingen sus voces, utilizan un acento artificial y grotesco para llamar la atención.

Sin embargo, caen en el ridículo, porque (en el fondo) son más paceños que el chuño, y cuando salen de cabina…vuelven a hablar como bolivianos.

Créanme, en mi época de locutor, jamás tuve que fingir la voz para seducir a la audiencia, no hay nada mejor que ser original.

Es cuestión de autoestima e identidad.

La descolonización (de la que tanto se habla) aún no ha calado hondo en la mente de estos locutores, que siguen pensando que todo lo de afuera (extranjero) es mejor que lo de adentro (nacional).

Y es que para cautivar a los oyentes no hace falta fingir lo que no somos, se trata de ser mejor de lo que somos.

Hablar con acento argentino (u otro acento), significa que la autoestima del boliviano es frágil, que no sentimos orgullo por lo que somos y preferimos “aparentar” en lugar de “ser”.

Esta pérdida de identidad es un síntoma más de la decadencia que vive la radio nacional… con escasez de ideas, falta de originalidad, ausencia de nuevos talentos, falta de renovación, estancamiento y un uso repetitivo de viejos formatos.

A tal punto llega la falta de creatividad de los locutores, que tienen que hablar como argentinos para parecer originales. ¡Por favor!

(*) Consultor en Comunicación. Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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