Causa marítima y su repercusión en la sociedad boliviana

Teodoro Salluco Sirpa

Actualmente el tema marítimo ocupa un lugar central en la agenda del Estado Plurinacional de Bolivia. Después de muchos años de intento con Chile, por primera vez en la historia el presidente Evo Morales junto al comisionado diplomático recurrieron a la Corte Internacional de Justicia de la Haya, para presentar alegatos y luego éste se considere competente y obligue a Chile a resolver con Bolivia una salida libre y soberana al océano Pacífico.

Esta situación repercute enormemente en la sociedad boliviana, no solamente porque expresamos sentimientos de unidad, patriotismo y esperanza, sino porque el tema es puesto en conocimiento de la comunidad internacional, en un escenario mucho más amplio, para obtener apoyos a favor nuestro.

Contribuyen con la socialización del tema marítimo en la sociedad civil medios de comunicación radial, televisiva y la prensa escrita, así como la producción de textos, a través de los cuales se acumula mayor conocimiento en la sociedad.

En nuestro país, desde hace más de 100 años recordamos nuestra costa marítima, en instituciones políticas, educativas, militares, medios de comunicación, etc. Lo que no se puede entender es que en Bolivia, los gobernantes con varios intentos y encuentros en diferentes escenarios y tiempos con Chile, no lograron recuperar por lo menos una parte de nuestra costa. Como respuesta, los estudiosos actuales señalan que los gobiernos anteriores no tuvieron capacidad de seleccionar personal diplomático especializado en el tema, con talla internacional, sumados otros problemas como inestabilidad política, déficit fiscal, pugna interna regional etc., que fueron obstáculos para que Bolivia no recupere mar. Chile a través de sus gobernantes siempre responde que con Bolivia no hay tema pendiente.

Esta política agresiva practicada por Chile en diferentes épocas, influye automáticamente en la mentalidad social, en mi opinión personal con tres respuestas. Unos dicen que la presentación de una demanda marítima en la Haya, es una decisión sabia e inequívoca; otros manifiestan que el alegato presentado en la Haya es incorrecto porque no especifica con claridad qué es lo que quiere Bolivia en esa demanda, recuperar una parte de nuestra costa marítima o solamente como corredor hacia el puerto de Arica (territorio peruano anteriormente) y finalmente, algunos dicen que recuperar es una utopía, solo se podrá a través de una guerra.

De las tres posiciones apoyamos a la primera, ya que como sociedad no se puede retroceder una vez más, ni confundir a la población, mucho menos renunciar al proceso histórico que nos facilita suficientes argumentos históricos y jurídicos con los cuales podemos justificar nuestro derecho al mar. En ese sentido, la demanda en La Haya es un avance decisorio en la historia de Bolivia.

En cuanto al comportamiento social acerca del tema en cuestión, es bastante interesante, como nunca antes se observa en medios televisivos, centros de educación, centros militares, etc., expresiones de civismo, portando banderas tricolores, especialmente cuando la Corte de la Haya emitió el fallo a favor de Bolivia. Sin embargo, no toda la sociedad comparte el mismo sentimiento patriótico, pues existen también grupos sociales o individuos que por diferentes razones se resisten a apoyar la causa marítima.

Está claro que el sentimiento de la colectividad debería reflejarse también con la acción, lo que no sucedió, señalemos un ejemplo, el 24 de septiembre pasado, el presidente Morales emitió un mensaje al país recomendando que izaran banderas en instituciones políticas, establecimientos educativos, militares y en domicilios, en espera del fallo de la CIJ a favor o en contra de Bolivia. Resulta que en una zona de la urbe alteña, ninguno de los centros educativos, ni en domicilios se izó la bandera. Lo mismo ocurrió en otras zonas. Esto hace pensar que el verdadero civismo no lo está practicando la población.

Finalizo con las siguientes recomendaciones: a) el tema marítimo es responsabilidad de todos los bolivianos, sin color político, tendencia ideológica ni condición social; b) se lo debe difundir intensamente en todos los ámbitos de la vida social para construir un objetivo común y mostrar a la comunidad internacional que no es una cuestión política, sino básicamente el interés de todos los bolivianos(as).

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