Transformaciones

Hay días plenos de alegría y felicidad,

días en los cuales nos elevamos

al encuentro sublime de las almas,

donde las sonrisas cristalinas

hacen de la vida el encanto

de ser diferentes al constante acecho

de miradas perturbadoras y desafiantes.

Son días donde no es el sol

el que alumbra el edificante horizonte

de blancas verdades que sanan

el dolor horrible de mentiras infames,

donde no es el calor el que abriga

la esperanza de vivir, si no más bien,

la seguridad de que por encima

de la crítica rutina de la muerte

está la vida misma como un jardín

de flores cuyos pétalos pintados

por manos angelicales

transforman el ambiente oscuro

del odio, por amor.

Son días del reencuentro

de la vida con la vida.

donde todos somos iguales,

donde no existe el hombre de colores,

ni el hombre vestido de monedas.

Es el mundo diferente

en el cual no brilla

la luz de las estrellas

si no la luz de las conciencias.

Viajemos hoy

por ese mundo casi imaginario,

pero real

en el concepto mismo del espíritu.