La quina es la corteza de un árbol (Cinchona calisaya) que era utilizada, antes del descubrimiento de América, por las culturas precolombinas del Perú, como un medicamento para combatir la malaria.
La corteza fue descubierta a principios del siglo XVII en el Virreinato del Perú, Corregimiento de Loja, cerca del pueblo de Malacatos (hoy Ecuador); se empleaba como tónico, extracto, tintura o jarabe.
La quina contiene diversos alcaloides como la quinina, quinidina, cinconina y cinconidina, todos sirven para combatir el paludismo o malaria.