Seúl.- Activistas de Greenpeace realizaron ayer una protesta en la central nuclear de Kori al sureste de Corea del Sur, que podría convertirse este año en la mayor del mundo por capacidad, para denunciar los supuestos “riesgos” que plantea para la población local.
Los 10 activistas de 5 países desembarcaron en dos lanchas desde el barco Rainbow Warrior de la organización ecologista hasta la valla que rodea la planta atómica, donde colgaron un cartel en coreano y en inglés con un mensaje de rechazo a la construcción de nuevas instalaciones nucleares en el país.
Ubicada cerca de Busan, la segunda mayor ciudad de Corea del Sur, Kori se podría convertir en la central nuclear operativa con mayor capacidad de generación del mundo (6.860 megavatios) en caso de que el Gobierno dé luz verde en octubre a la puesta en marcha del séptimo reactor. (EFE)