Buscando la verdad
¿Cuántas veces escuchamos hablar de una “Bolivia digna y soberana”, casi como una consigna? Para muchos, con los profundos cambios sociales que se dieron en la última década, ya lo logramos. Para otros -entre quienes me inscribo- solo cuando Bolivia tenga una sólida y diversificada base productiva y su economía pueda salvar largos períodos de crisis, recién lo será.
Hablar de dignidad suena bien y nos lleva a soñar con equidad y solidaridad, con opciones de progreso para todos los bolivianos; en cuanto a la soberanía, a vislumbrar un país que pueda autodeterminarse y decidir su futuro por sí mismo.
Una Bolivia digna y soberana es un precioso cliché que en verdad nos debería entusiasmar a todos, sin embargo, ¿estamos haciendo lo correcto para lograrlo?
Para ser un país digno debemos mejorar la vida de la población a través de empleos de calidad que sean sostenibles; fuentes de trabajo que sean formales para apuntalar una economía sana, con un mercado donde la competencia sea leal y nunca predatoria de los que están en la formalidad; con oportunidades productivas y comerciales para el indígena, el campesino y el obrero, así también para quienes cumplen la alta misión de crear empleo -los micro, pequeños, medianos y grandes empresarios- los que, sin que nadie les obligue, arriesgan, invierten y generan riqueza en beneficio del país.
En Bolivia habrá inclusión social cuando los diversos seamos iguales no solo ante Dios sino también ante la Ley; será incluyente de veras, cuando no haya ningún cálculo político de por medio; cuando los ancianos no tengan que madrugar a las 3 de la mañana para “sacar ficha” para el médico, ni la gente tenga que estar hacinada en los pasillos aguardando ser atendida o se muera mientras se programa un análisis al no contar con ingresos suficientes para una atención médica privada; cuando en Bolivia prime la Ley y se garantice la pacífica convivencia entre todos y nuestra gente se eduque, se capacite, se profesionalice y prospere por sus propios medios, entonces hablaremos de dignidad…
Para lograrlo hay que invertir mucho más, formalizar la economía, cumplir las leyes a cabalidad, ampliar la producción y reinsertar a Bolivia al mundo con una competitiva internacionalización de la mayor cantidad de unidades productivas, pues en la exportación de bienes y servicios está la solución.
Si la Bolivia digna y soberana solo será posible con una Bolivia productiva y exportadora, ¿a qué estaría Ud. dispuesto, para hacer realidad tan hermoso sueño?
El autor es Economista y Magíster en Comercio Internacional.
Facebook.com/Garyantoniorodriguezalvarez
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |