El Gobierno de Estados Unidos alertó ayer del auge del fanatismo en Europa occidental y de la “feroz” persecución de grupos religiosos por parte de organizaciones yihadistas como el Estado Islámico (EI) o Boko Haram, que obligan a miles de personas “a elegir entre la conversión, la esclavitud o la muerte”.
El Departamento de Estado citó esos fenómenos como dos de los más preocupantes en su informe anual sobre la libertad religiosa en el mundo, relativo a 2014.
“El concepto de libertad religiosa va mucho más allá de la tolerancia”, dijo el secretario de Estado, John Kerry.
El informe que Estados Unidos elabora desde hace 17 años identifica entre las violaciones más “atroces” de la libertad religiosa, las cometidas por actores no estatales como el Estado Islámico, las milicias chiíes en Irak, el Frente Al Nusra en Siria y Boko Haram en los países de la cuenca del lago Chad.