Seis puertas y 48 cámaras de monitoreo serán habilitadas

A menos de tres semanas de la festividad de Todos Santos, en el Cementerio General de la zona de Callampaya, declarado como Patrimonio Arquitectónico Cultural, desde hace tres semanas, se iniciaron los trabajos de mejoramiento, según su administrador Juan Parra. El 1 y 2 de noviembre los visitantes serán monitoreados por 48 cámaras de seguridad y la gente podrá ingresar por seis puertas y salir por tres.

En la actualidad, 48 cámaras del camposanto se encuentran en funcionamiento el 1 y 2 de noviembre, a través de las mismas, los encargados de la administración del Cementerio General monitorearán a todos los visitantes, para que no ingresen con bebidas alcohólicas, debido a que la festividad es, simbólicamente, de recibimiento y despedida de las almas a quienes se les debe respeto.

La tradición boliviana de Todos Santos hace que mucha gente creyente, con anticipación se prepare, para dirigirse hasta los mausoleos, plazas u otros sitios y ofrecer los alimentos, que en vida gustaban sus seres queridos.

En ese sentido, el administrador del Cementerio General afirmó que para esos días, se abrirán las nueve puertas del camposanto de las cuales las puertas 1, 4, 5, 6 y 9 serán para el ingreso de los visitantes y las puertas 3, 2 y 7 serán de salida, esto para mayor orden, debido a que en esas fechas la afluencia de gente es masiva.

Parra afirmó que desde hace tres semanas ya se notificaron a los familiares y propietarios de los mausoleos, para que se aproximen y puedan ser parte del mantenimiento, de esa forma se pretende generar una cultura positiva, puesto que el Cementerio General, al ser patrimonio, también es parte emblemática de una ciudad maravillosa como lo es la ciudad de La Paz.

Los vecinos también destinaron parte de su puesto, para la mejora de las aceras de la avenida Entreríos. La comuna también viene realizando trabajos de mantenimiento por aquellos sitios.

En tanto que mucha gente se viene alistando para Todos Santos, unos para comercializar sus productos como: frutas, verduras, alimentos y dulces y otros se alistan para recibir a las almas que, según la tradición, llegan desde el más allá a la tierra, para pasar con sus seres queridos, quienes aún se encuentran en este mundo. Para eso los vivos deben preparar agua, comida y otros detalles para el difunto. El 2 de noviembre deben despacharlo igual con similares alimentos.