Meditación y razonamiento en las FFAA

En mi nota anterior de fecha 29 de septiembre, me referí a cómo el Ejército pierde todos sus bienes, sin que nadie, especialmente los comandantes, haga algo para impedir tal afrenta, pero también me refiero a otros artículos, donde me refiero a que ninguno entiende cómo se acepta en forma muy callada el despojo de bienes.

A veces cuando uno analiza los hechos recuerda algo muy lamentable en la Guerra contra el Paraguay, “Boquerón abandonado sin Comando”. Parece que está frase se acomoda a lo que pasa actualmente con los hechos que indicamos, porque hasta la fecha no hay un pronunciamiento sobre el particular y, según parece, es aceptado plenamente. Seguramente y no creo que pueda tratarse de una simple elucubración, y que los señores oficiales de graduaciones bajas compartan las observaciones sobre su Comando, no es posible pronunciarse porque pueden haber sanciones, por lo que solo corresponde aceptarlas sin alguna reacción.

Este es un hecho grave y revela la falta de dirección y mando, dejando de lado la obligación de defensa de sus intereses. Seguramente se utiliza lo que se aprende desde los niveles más bajos, a decir “ES SU ORDEN”, aun cuando las ordenes sean de lo más inadmisibles, pues es el hecho de aceptar un decreto, que no se sabe si fue firmado entre gallos y medianoche, sin defensa, o fue consultado con el Alto Mando; si es así, es mucho más lamentable y vergonzoso para las Fuerzas Armadas.

Este es el principio, porque se vienen problemas mucho más delicados y podrían perder otros bienes u otras direcciones, como lo fue el Comando de Ingeniería. Quiero decir que el próximo objetivo puede ser la Corporación del Seguro Social Militar, donde existen presiones para que el Hospital Militar pase a depender de la Caja Nacional de Salud, con todo el personal y obligaciones laborales. Este será el acabose de algo que deberían mantener completamente integrado, tal como lo afirma el Decreto Ley Nº 11.901 de octubre de1974.

Es increíble pensar que quienes manejan una u otra dirección son infalibles y creen saber todo; lo que no saben es que los altos jefes, por medio de subalternos tratan de mendigar un tratamiento similar al de las Administradoras de Fondos de Pensiones, cuando empiece a funcionar la Gestora, para que la renta que les corresponda tengan el mismo nivel de las que se calcula mediante esas entidades. No entra en mente alguna que una institución como las FFAA perdió dignidad y respeto al uniforme y a los deberes que se les concedió desde el inicio de la carrera hasta el final; pero parecerá que ese final será desastroso, pues perderán soga y cabra.

Otra de las partes es que, a la larga, tenga que ponerse en vigencia en toda su magnitud la nueva Ley de Pensiones Nº 065, que señala tope para todos los ciudadanos del país. En este punto es necesario recordarles que en el momento que se dictaminó el tope de Bs. 7.974.54 para todos los rentistas que se encontraban percibiendo montos mayores, sin que tampoco nadie trate de revertir el problema, especialmente en el caso militar, los jubilados de las FFAA dependientes del SENASIR llevarán siempre las de perder.

Se conoce que el máximo organismo que agrupa a los jubilados no encuentra la manera de restituir los derechos de sus camaradas. Ojalá encuentren un factor determinante, como se les explicó en alguna oportunidad y que nadie entendió o no quiso entender o finalmente no saben de lo que se trata.

Cualquier tipo de presión es inútil, primero porque no hay un apoyo directo de los autoridades, segundo porque el Ministro de Economía no desea hacer concesiones a los jubilados en general. Es de hacer notar que con el tope en la cúspide se encuentran agrupados todos los niveles del escalafón militar, esta es otra frustración, para los que en su época pudieron exigir que este sector no ingrese a la Capitalización Individual. Los Comandantes de esos años deberían ser juzgados por haber entregado toda una documentación secreta e inviolable a las Administradoras de Fondos de Pensiones, vaya a saber por qué beneficios lo hicieron.

Hasta la fecha y después de tanto tiempo transcurrido no existe una visión, o más bien están en un estado de completa ignorancia respecto a las materias que pueden ser beneficiosas para todos, sin excepción, tanto activos como pasivos.

Volviendo al inicio de esta nota, es inconcebible que las autoridades no se pongan a meditar y razonar para determinar cuál será la política a tomar en el futuro inmediato.