Creación de organismos para uso de material radioactivo en Bolivia

Hace más de 50 años se creó la Comisión Boliviana de Energía Nuclear (Coboen), a través del Decreto Supremo No. 19.583 de 1961, la primera entidad para uso pacífico de material radioactivo en nuestro país; 22 años después se convirtió en el Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología nuclear (IBTEN) con el objeto de desarrollar tecnología en el ámbito nuclear, dotándole de oficinas e infraestructura en cercanías de la ciudad de Viacha, provincia Ingavi del departamento de La Paz.

Mediante DS No. 19.172 de 1982 fue aprobada la Ley de Protección y Seguridad Radiológica, disponiéndose en su artículo segundo que la Comisión Boliviana de Energía Nuclear realice la reglamentación correspondiente.

Que la elaboración, almacenamiento, venta, distribución y la disposición de equipos productores de radiaciones ionizantes y/o material radiactivo constituyen un evidente riesgo para la población, con la circunstancia de que su utilización se encuentre en manos de personas no calificadas en el manejo de ese material y equipos.

Ley de Protección y seguridad radiológica, DS No. 24.483 de 28 de enero de 1997, se aprueba la Reglamentación de la “Ley de Protección y Seguridad Radiológica”. Así mismo se reconoce al Instituto de Ciencia y Tecnología Nuclear como la Autoridad Nacional Competente encargada de hacer cumplir la “Ley de Protección y Seguridad Radiológica” y su respectiva reglamentación.

El Gobierno actual tiene proyectada la creación de un Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear a ser implementado en Mallasilla con (expropiación de 195 mil metros cuadrados), de los municipios de La Paz y Achocalla, las condiciones mínimas requeridas para una ciudadela es de cerca de 15 hectáreas, que comprenderá el ciclotrón, el reactor, una planta de radios gamma y espacios para entretenimiento, educación, interacción y viviendas de expertos y estudiantes internos (De Souza, 2015).

Consideramos que uno de los factores más restrictivos para la instalación de este complejo sería el alto consumo de agua para enfriamiento; se necesita cuatro millones de metros cúbicos por día para una planta de 1 GM, casi igual al consumo diario de Nueva York y 32 veces más que el consumo diario de agua de las ciudades de El Alto y La Paz, juntas consumen menos de 125 mil m3/día- (del Granado 2015).

En consideración a las leyes y los decretos supremos citados, nos cabe preguntar por qué la nueva institución creada por el actual Gobierno no desarrolla sus actividades en la infraestructura que el IBTEN tiene en la provincia Ingavi, con las ampliaciones que requiera -en una localidad rural y rodeada de tierras que se dedican a la agricultura-, considerando que las superficies de terreno necesarias pueden ser adquiridas y costarían la décima parte del presupuesto destinado a la compra de tierras urbanas en Mallasilla u otra área que permita cumplir con los requisitos de disponibilidad de terreno y sobre todo agua.

El autor es Ing. Ms.