Artesanía e industria

El pasado 11 de septiembre leí en EL DIARIO la noticia de que en Cotoca (Santa Cruz), un grupo de artesanos, dirigidos por don Elvio Baldelomar y la artesana Kelly Durán buscan apoyo financiero y de mercado para desarrollar su establecimiento artesanal.

La nota me conmovió, pues hace muchos años, como ex Rector de la Escuela Superior Industrial Pedro D. Murillo, con la Promoción 53 reformamos el pensum para inducir al alumnado a utilizar más de 1.600 clases de productos naturales y minerales; industrializarlos y hacer que Bolivia salga de su subdesarrollo. Y es que ningún gobierno anterior ni el actual han dirigido su mirada hacia la INDUSTRIALIZACIÓN de ingentes recursos que Bolivia posee, como ningún otro país. Todo sale al exterior sin valor agregado.

Como egresado de la Escuela Industrial, insisto en que esta Institución debe formar técnicos industriales y no sirvientes destinados al sector terciario, que en nuestro país ya no tienen cabida. Es que por la incapacidad de autoridades y profesores “técnicos”, dicho establecimiento hoy forma “reparadores” de computadoras, motores, automóviles, cocinas económicas. Han cerrado un bien equipado taller de carpintería, solo porque la Escuela ya no otorga títulos de “Técnicos Medios” sino de “Medios Técnicos”. Peor aún, el Ministerio de Educación lleno de “licenciados” ha propuesto “la modernización” de la Educación Técnica, con la Ley Siñani, incorporando a su pensum general materias inútiles como enseñanza de aymara u otros idiomas, mística andina, pastelería, llauchería, salteñería, cosmética para embellecer a nuestras mujeres, en vez de enseñarles a fabricar cosméticos que se pueda exportar por toneladas al exterior.

La Escuela cuenta con un bien equipado taller de fundición, donde parece que solamente funden estaño y aluminio, en el resto del taller hay telarañas, siendo que ya en 1948 se fundía hasta fierro colado para fabricar máquinas, herramientas, para la Exposición Industrial realizada con motivo del IV Centenario de la Fundación de La Paz.

La gente de Cotoca, que clama por apoyo económico de los bancos y del Gobierno, debe olvidarse de los bancos usureros, pues ellos dan crédito a los que tienen dinero o propiedades fáciles de rematar, y del Gobierno porque está más empeñado en dotar de césped sintético a pueblos sin habitantes.

Les aconsejo a los artesanos de Cotoca y otras poblaciones diversificar sus productos, con bienes exportables a cualquier parte del mundo.

Hace unos años vi en Washington D.C. en un supermercado unos veleros o candelabros pequeños para los “Nacimientos” de Navidad, de arcilla, mal elaborados en Filipinas a $us 3. c/u, y en Bolivia podemos elaborarlos a 0.50 Bolivianos, bien acabados. Vean cuánto pueden beneficiarse dándole valor agregado.

Aunque soy Técnico Superior en Construcción de Máquinas y Artes Gráficas, desde hace dos meses estoy conformando una pequeña fábrica de cerámica utilitaria, para ello solo eché mi mirada a jóvenes egresados de la Carrera de Artes de la UMSA, que saben diseñar, modelar y trabajar arcilla que en La Paz existe en cada cuadra. Estamos produciendo cerámica utilitaria para juegos de té, de mesa, para restaurantes, hoteles y otros, y antes de producir masivamente ya contamos con pedidos importantes. ¿Qué quiere decir eso? Que nos falta solamente iniciativa para incursionar en otros campos que cuentan con materia prima abundante.

Y el Gobierno, en vez de “ofrecer” pequeños, medianos y grandes créditos, debería liberar de impuestos a cada nuevo artesano o industrial por lo menos un año y no permita que la Renta Interna asalte los primeros y paupérrimos ingresos, matando toda iniciativa apenas nace.

A los colegas de Cotoca no les aconsejo enviar a sus hijos a centros urbanos congestionados con gente ambiciosa y malsana. Hoy hasta por Internet pueden mantener contacto con grandes centros de consumo del mundo para saber lo que sus habitantes demandan, pues nuestras universidades solo otorgan títulos de “Licenciado”, “Doctor” “Maestría” y otros que se inventan, creyendo que esos cartoncitos son claves secretas para conseguir un buen y lucrativo empleo. Pero como ex docente de la UMSA veo a muchos nuevos profesionales que si no tienen “padrino” en el Gobierno, no se bautizan y terminan comprando un taxi o minibús para llevar el pan cotidiano a sus hogares.