La espiral de violencia no cesa. Siete palestinos y 41 israelíes perdieron la vida en 17 días de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Belén, Cisjordania. Otros hechos violentos se registraron también Hebrón, Jerusalén y el último en Ramala.
El último incidente se ha producido en el puesto de control militar de Kalandia, uno de los accesos a la ciudad cisjordana de Ramala, y se saldó con la muerte del agresor, que había resultado en un principio herido crítico por disparos de fuerzas de seguridad israelíes, informó la Policía local.
Durante la jornada de ayer, la Policía israelí explicaba en un comunicado inicial que un oficial de la Guardia de Fronteras había sido herido, si bien precisó posteriormente que el agresor no logró atravesar el chaleco antibalas que lo protegía, y que agentes en la zona “neutralizaron” al atacante, es decir, que fue abatido.