La Paz, corazón de Bolivia

Hablar de La Paz, “ciudad maravilla”, como se la catalogó últimamente, es hablar de la casa grande de los bolivianos, donde moran paceños y no paceños, que quieren a este país hermoso y grande, que se llama Bolivia en homenaje al Libertador de cinco naciones y que fue su hija predilecta.

Por este motivo, La Paz es la síntesis de nuestra nacionalidad, es epicentro y corazón de América, continente que adquiere cada vez más importancia, por ser nuevo y estar lleno de riquezas y esperanzas.

En este aniversario de la ciudad de La Paz, paceños y no paceños debemos izar la bandera de colores rojo, amarillo y verde, símbolo de unidad y grandeza, de un país que no usurpó territorios, como sí lo hicieron naciones vecinas.

La noble y augusta ciudad de La Paz fue fundada en 1548 por el insigne capitán español Alonso de Mendoza, con el nombre de Chuquiago Marka, en el entendido de que el lugar era propicio para vivir, porque allí había mucha agua, leña, metales preciosos, etc., por lo que puso definitivamente la piedra de la fundación en Churubamba, que actualmente es una histórica plaza de nuestra hermosa urbe.

Con el correr del tiempo fue adquiriendo importancia en el contexto de los pueblos, convirtiéndose en el centro y motor de una nación como la nuestra, al punto de haber sido catalogada como “ciudad maravilla”, no sólo de América sino del mundo, especialmente por la majestuosidad y esplendor del nevado Illimani, guardián inconmovible y sagrado de nuestra nacionalidad. Es un marco maravilloso de nuestra “Oh Linda La Paz”, orgullo no sólo de paceños sino de habitantes de todo el país.

La noble y augusta ciudad del Illimani adquirió importancia por ser sede del Gobierno y testigo de muchos acontecimientos políticos que han marcado historia en esta tierra alegre y bendita que nos vio nacer.

Ahora que rendimos justo homenaje a la urbe paceña, expreso mi profundo homenaje de admiración y respeto a la tierra que me vio nacer, donde nació mi señor padre Enrique Asturizaga García y otros preclaros ciudadanos como Gastón Velasco, ex prefecto del Departamento, así como ciudadanos imbuidos de profundo amor a la Patria y su ciudad natal, como el Ing. René Iturri Núñez, José Eduardo García, Cnl. Jorge Calero, Dr. Luis Asturizaga García, quienes fundaron el Centro Cívico Cultural 20 de Octubre, institución defensora de los intereses paceños.

En mi condición de hombre cívico y paceño hago propicia la oportunidad para formular los mejores votos para que la ciudad de La Paz siga siendo crisol de nuestra nacionalidad.

El autor es Vicepresidente de la Asociación Boliviana de Relaciones Públicas y Miembro de Número de la Sociedad Bolivariana de Bolivia.