La verdad aunque duela
Entre las constantes aberraciones de los principales del gobierno socialista boliviano está la reciente declaración del Ministro de la Presidencia conmemorando el récord de mandato del ciudadano Evo Morales (20/10/15). De manera textual decía: “Hoy nos hallamos junto a nuestro máximo Jefe, en el momento más histórico de grandeza en que vive el pueblo boliviano, solo comparable al periodo presidencial del Mariscal Andrés de Santa Cruz, entre 1829 y 1839”. Así como esta tontería, en dicha ocasión surgieron otras opiniones serviles de los seguidores del partido de gobierno.
Pero, ¡un momento, desorbitados secuaces!, para su conocimiento, don Andrés de Santa Cruz y Calahumana, nació en la ciudad de La Paz, fue hijo de una familia de la nobleza colonial formada por el maestre de campo José de Santa Cruz y Villavicencio, noble criollo de la Orden de Santiago, hoy Ayacucho - Perú y doña Juana Basilia Calahumana, heredera de una rica familia mestiza, que decía descender de los incas.
El Mariscal de Santa Cruz, patriota y excelente militar, participó en diferentes batallas por la independencia Peruana - Boliviana. Como Presidente de la República de Bolivia, sus obras administrativas más importantes fueron:
Creación de la Universidad Mayor de San Andrés, Universidad Mayor de San Simón, Colegio de Medicina de La Paz, Colegio Nacional de Ciencias y Cultura y Colegio Militar de Bolivia. Hizo que los jóvenes instruidos continuaran sus estudios en Europa. Ordenó la Hacienda Pública, lo que dio como resultado ahorros considerables para la Republica. Adaptó y puso en vigencia el Código Civil de Napoleón, el Código Penal del diputado español Calatrava, el Código de Enjuiciamientos y los códigos Mercantil y Minero. Se hizo el primer censo de la República.
Debemos ponderar que en la década que gobernó el Mariscal Santa Cruz no había socialistas, capitalistas, contrabandistas, narcotraficantes, corruptos…
En cambio, en la última década de nuestra triste historia, se refundó el Estado “Socialista” de Derecho Plurinacional de Bolivia, donde unos cuantos “seudosocialistas” demagogos que gobiernan a los bolivianos creen que el control político, social y económico puede lograrse mediante la participación de un pueblo sin clases sociales. La sociedad para ellos es de “organizaciones sociales”, a las que conculcan sus derechos fundamentales, las dividen, engañan y adulan, asignándoles nominativos como: Conalcam, Cidob, Conamaq, Csutcb, COB, RPS-DIC, Propais. A éstas y otras instituciones con carácter de naciones y pueblos indígenas originarios campesinos interculturales las chantajean y sostienen económicamente con el Fondo Indígena Originario Campesino (Fondioc), entidad que en los últimos 10 años ha derrochado aproximadamente 3.800 millones de dólares, para someter mediante sobornos a la base social del gobierno de turno. Hasta la fecha no se conoce quién ordenó, cómo, cuándo, dónde y en nombre de quienes se desembolsó tanto dinero, inclusive se desconoce la procedencia y la administración de dichos recursos.
El Gobierno dizque socialista funciona y tiene contubernios claros con el capitalismo interno y externo, ejemplos tenemos de sobra, la modalidad más fácil es de adquisiciones y contrataciones de bienes y servicios “sin licitaciones y llave en mano”. Sus aliados son: empresas petroleras, fabricantes de aviones, avionetas, helicópteros, satélites, teleféricos, vehículos, empresas mineras, en especial “auríferas”, banca privada, empresas de comunicación nacionales e internacionales, constructoras de toda índole; cuando los contratos son de considerable costo, deben ser transnacionales o en caso contrario se contrata lo nuestro.
Esta confabulación contra el pueblo boliviano es manejada por funcionarios de la Presidencia y Vicepresidencia del Estado. Un ejemplo claro de este comportamiento capitalista es el préstamo contraído con el gobierno de China por 7.500 millones de dólares. Los cráneos entendidos en finanzas, que pertenecen a la cúpula gobernante, declaran: “Los hermanos del gobierno Chino nos está haciendo un gran favor, de cualquier manera, Bolivia es el país con la menor deuda externa en el mundo”. Esta es una idiotez, a sabiendas de que toda deuda se paga con intereses y el interés de los chinos radica en nuestras materias primas, que nos compran a precio de gallina muerta. Con este crédito están hipotecando hasta la conciencia del pueblo, justificando de esta manera su avidez por el dinero, a ser utilizado en la campaña por el “Sí” y así perpetuarse en el poder.
El 18 de octubre de 2015 Evo Morales manifestó: “Yo diría que el narcotráfico ha llegado a las zonas del trópico de Cochabamba en la dictadura de García Meza”. Pero, ¿quién es el presidente actual de las siete federaciones del Chapare, donde cultivan la coca que sirve para producir cocaína, la que se usa para sustentar al narcotráfico? ¿Quién es el capo del cártel boliviano? ¿Con cuáles gobernantes de la elite socialista se cuenta para perfeccionar el contrabando internacional de la cocaína? ¿Cuál es el ingreso económico mensual para la cúpula gobernante por encubrir el narcotráfico? ¿Será que el narcotráfico es el principal motivo para eternizarse en el poder?
El famoso dicho “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”, es como un saludo a la bandera para nuestros gobernantes. El poder con dinero de la “coca nostra” se denomina corrupción. La extensión de la corrupción y desborde de los sicarios en el oriente boliviano mucho tiene que ver con que somos el primer Estado Socialista productor y exportador de cocaína del mundo (otro récord de grandeza). En el caso que nos preocupa, si los corruptos son líderes del Gobierno, con razón quieren prorrogarse hasta convertirse en tiranos.
El autor es docente universitario.
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