París.- El Tribunal de lo Criminal de Angers (oeste de Francia) condenó ayer a dos años de cárcel exentos de cumplimiento a un médico que trabajaba en el hospital de Bayona, en el País Vasco francés, por haber acelerado la vida de siete enfermos incurables con fármacos, sin consultarlo con familiares u otros facultativos.
El jurado consideró a Nicolas Bonnemaison responsable de haber “envenenado” a esos pacientes en 2010 y 2011, aunque la pena no le llevará a la prisión, a menos que en el futuro se le condene por otro delito.
La sanción impuesta es menor a los cinco años, también exentos de cumplimiento, que había solicitado la Fiscalía.
Bonnemaison, de 54 años, había conseguido la absolución en primera instancia cuando fue juzgado en Pau, pero el Ministerio Público recurrió la sentencia por considerar que el médico se había saltado todas las reglas y todos los protocolos.
En su requisitoria, el fiscal Olivier Tcherkessoff insistió en que, más allá de que el doctor actuara “por compasión o por ceguera” ante el sufrimiento de enfermos incurables, ello no resta “la intención criminal”. (EFE)