“La Constitución es ilegítima” afirma un documento

Entre las recientes publicaciones de carácter político publicadas en este año se encuentra un folleto que considera que la actual Constitución Política del Estado Plurinacional “es ilegítima” y atribuye esa cualidad a que la Asamblea Constituyente del año 2006 se cerró en falso porque no tenía facultad para ello” y que, al mismo tiempo, dejó abierto el proceso constituyente.

El folleto de referencia titulado “Historia y crítica a la Constitución plurinacional”, publicado por Alianza Patriótica de Abogados, sostiene en su aspecto principal que “Esta es una Constitución que adolece de legitimidad y ha dejado abierto el proceso constituyente. Se cerró en falso el 2006 por obra de un poder que no tenía facultad para ello, por lo tanto es transitoria. Hasta que no haya una Asamblea Constituyente real sin otras presiones y manipulaciones, no se podrá cerrar el proceso”, según afirma uno de los autores del folleto, el abogado constitucionalista Ramón Peralta Martínez, de la Universidad Complutense de Madrid, España.

El documento analiza, al mismo tiempo, el proceso que siguió la Asamblea Constituyente y recuerda que la Constitución redactada en la Asamblea pasó a ser considerada en La Glorieta (Sucre) y enseguida se trasladó a Oruro donde fue “aprobada muy difícilmente”.

Agrega, enseguida, que luego de algunos análisis en Cochabamba, la Constitución pasó a consideración del Congreso ordinario “que procedió al estudio final del documento” y que “una vez que el asunto quedó en Manos del Congreso -según el libro ‘Del Conflicto al Diálogo’, firmado por Carlos Romero, Carlos Borth y Raúl Peñaranda editado por la f.BDN, 2006-, se convirtió en el espacio donde se logró un acuerdo político para redactar el proyecto de Constitución y definir la fecha del referéndum para su aprobación”.

La publicación recuerda que al día siguiente, “21 de octubre, después de una maratónica sesión congresal que había comenzado la noche anterior a horas 20:10 aproximadamente, diputados y senadores aprobaron por dos tercios de votos, múltiples modificaciones al proyecto de Constitución, así como la ley exigida tanto por los ocupantes de la plaza como por gruesos sectores de la población”. (Libro citado. Pág. 50).

“En esa forma -sostiene el folleto- el Congreso ordinario convertido súbitamente en Asamblea Constituyente aprobó la nueva Constitución con “múltiples modificaciones”, decisión que se produjo en sustitución total de las facultades, atribuciones, jurisdicción y competencia de la Asamblea Constituyente”.

“¿Tenía el Congreso la facultad de erigirse en Asamblea Constituyente? ¿Tenía el Congreso nacional potestad para introducir cambios al proyecto de Constitución?” -pregunta el documento y responde que “no tenía ninguna facultad para dar esos pasos”, afirmación respaldada por el entonces senador Carlos Borth, que en forma textual asegura: “La respuesta no puede ser sino ser negativa; el Congreso no tenía facultad alguna que le autorizase a modificar el texto aprobado por la Asamblea. Nadie, en definitiva, podría demostrar que la normativa constitucional actual, o ley alguna, reconocería a los diputados y senadores en ejercicio potestad para manipular las conclusiones del poder constituyente”. (Libro citado).

Por esos aspectos, la Constitución en vigor sería “ilegítima”, pues no fue aprobada por la Constituyente sino por un poder constituido sin la menor atribución, según el libro citado y firmado por tres parlamentarios de entonces.

Así, en primer lugar, debido a actitudes irregulares de la Constituyente y la absoluta incapacidad de que el Congreso ordinario actúe por encima de la Constituyente, la actual Constitución Política del Estado sería ilegítima y se debe esperar que la Constituye no esté cerrada “en falso”.

Además de sostener que la Constitución fue aprobada de “manera irregular”, el documento analiza el contenido mismo de la nueva Constitución, aspecto que será objeto de otra nota.