El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, declaró ayer que no hay fecha para que las barcazas fabricadas en astilleros de la República Popular de China lleguen al país y cumplan la función para la cual fueron fabricadas en la hidrovía Paraguay-Paraná, tras cumplir con todos los trámites ante el Tribunal Marítimo de China y evitar que las mismas sean rematadas.
Las declaraciones las realizó una vez culminó la reunión de gabinete, donde el Ministro de Defensa participó. “Lo que le puedo garantizar es que no se van a rematar las barcazas y que van a llegar, no se puede negar que ya hay un daño (económico), pero vamos a tratar que el daño sea menor”, dijo al abandonar Palacio de Gobierno.
Aseguró que los trámites ya están en “los últimos detalles” y que por ahora sólo resta una apelación sobre la titularidad de las mismas, que se debe resolver en el Tribunal Marítimo de China a donde llegó por la demanda que hicieron astilleros chinos que reclamaron el pago por la construcción de las 16 barcazas y dos remolcadores.
“Hay una apelación que se hizo de la parte contraria en el tribunal popular de China para la titularidad de las barcazas, un tema legal que nos falta, pero ya tenemos las bases con la empresa, aunque todavía no se firmó ningún contrato, pero estamos en la recta final”, insistió.
Ferreira aseguró que uno de los pasos importantes fue evitar el remate de las embarcaciones y luego encarar las negociaciones por la vía de la conciliación, por el cual el Gobierno boliviano debe pagar al menos 4.2 millones de dólares.
Diferente es el caso de los dos empujadores, que se encuentran a medio terminar y que, para ello, se requiere aproximadamente de cuatro millones de dólares, a esto se debe agregar el almacenaje, que según las autoridades bordea el millón de dólares; y finalmente el transporte que inicialmente pagó tres millones de dólares, dinero que no se sabe donde está, debido a que la empresa que manejó los recursos de la construcción de las embarcaciones, China National Electronics Imp. & Exp. Shandong Co., hasta la fecha no dio a conocer el resultado de los desembolsos en beneficio de los contratistas, como refieren los documentos que se hallan en el cuaderno de investigación.
El contrato para la construcción de las 16 barcazas y dos remolcadores se hizo entre octubre y noviembre de 2009, se tenía previsto la entrega en puerto de Rosario, Argentina, sea en 2010, acuerdo que no se cumplió debido al incumplimiento de contrato y las denuncias sobre presumibles irregularidades que se habrían cometido en el transcurso de la fabricación de las embarcaciones.
En la declaración que realizó el ministro Ferreira a los medios de comunicación tras su informe a la Cámara de Diputados afirmó que a fines de octubre se haría conocer la propuesta de inversión que propuso ese despacho para recuperar las embarcaciones.
El caso de las barcazas llegó a los estratos judiciales a consecuencia de los delitos en que incurrieron, presuntamente, las personas que tuvieron que ver con el contrato y la construcción de las mismas. Al respecto, el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, afirmó que el caso sigue en investigación y que producto de la investigación 14 personas fueron imputadas y dos a la fecha se encuentran con detención preventiva.
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