Como marca la tradición y creencia popular, los bolivianos reciben hoy al mediodía a las almas de sus difuntos, que estarán por el lapso de 24 horas junto a sus familias dolientes, quienes esperarán con una mesa, que consiste en colocar una serie de ofrendas y productos alimenticios y golosinas que gustaba al ser querido, que dejó de existir.
La fiesta de Todos Santos en Bolivia tiene toda una simbología que data de hace mucho tiempo y consiste en que cada familia doliente recibe el espíritu de sus difuntos.
Para ello, con anticipación, se encarga de preparar una serie de elementos comestibles, consistentes principalmente en masitas, los más comunes suspiros, bizcochuelos, frutas secas, maicillos y las tradicionales tantawawas, (panes con formas humanas), que se dice son una representación de la persona fallecida.
Se escogió el día 2 de noviembre como Día de los Fieles Difuntos, por la proximidad con la fiesta de Todos Santos. Este día es feriado, está consagrado internacionalmente por su intencionalidad del encuentro con las almas de los seres queridos que se fueron.
De este modo, las dos fiestas que casi se juntan en el calendario, el 1 y 2 de noviembre, como Todos Santos y Día de los Difuntos, respectivamente, tienen origen en el cristianismo antiguo.