Inapelable: Apareció el orgullo de la Verde

Bolivia labró un triunfo incuestionable. Apareció el orgullo de la Verde,y se llevó por delante a Venezuela. La contienda de ayer dejó en la planilla un cuatro dos que se puso a tono con las urgencias del representativo nacional al cumplirse la tercera fecha del certamen regional por las clasificatorias mundialistas para Rusia 2018.

¡Por fin la fiesta!, la alegría se instaló en el Siles, porque la victoria del elenco dirigido por Julio Baldivieso fue producto de su propio convencimiento y supo interpretar bien el libreto que centralmente consistió en hacerse del balón y asfixiar a su oponente con velocidad y jugadas elaboradas, para que se haga soporífero para los ‘llaneros’ el desarrollo del lance.

La visita, carente de imaginación, no tuvo margen para cambiar el destino de la pulseta, porque se vio superado en largos pasajes del pleito, porque la velocidad, los relevos que aplicó el anfitrión, desdibujaron su plan para volcar en el escenario miraflorino.

Por donde se vea, esta victoria de Bolivia, ha sido reconfortante y para el aplauso, porque más allá del desenlace, se debe medir en su justo medio la producción colectiva e individual, porque la superioridad impuesta llevó a la visita al nerviosismo y sacaron como expediente para frenar a sus cancerberos con faltas que el juez a momentos no quiso ver, y ensuciaron el juego que se puso de lado del equipo que expuso una ambición sin ocasos para encender a la tribuna apasionada y vibrante.

La Selección Nacional se zafó de la ‘cola’ y la Vinotinto acrecentó sus tribulaciones , porque no sabe de ganar unidades luego de tres fechas de la clasificatoria.

EL PARTIDO

Era previsible que Bolivia iba a salir a apretar al rival. Adelantó lineas y evitó que la Vinotinto repliegue sus lineas, convirtiendo en monólogo el desarrollo del partido.

Bolivia que apretaba al rival y le quitaba balones, puso en emergencia a la visita, porque Saavedra al minuto de juego y Chumacero a los 6’, arrancaron frío en la defensa del ‘llanero’. Cardozo de 25 m con un bazucazo insinuaba peligro para el marco de Baroja.

Cardozo, de buena faena, hizo un pase quirúrgico para la entrada de Ramallo, que hamacado por la derecha encaró con resolución para convertir la primera cifra (19’).

Este acierto descontroló a la visita que a pesar de tener una linea de cinco en el fondo, no puso evitar para que las paredes y triangulaciones que afloraban en la propuesta local provoque otro desajuste en zona roja, porque Lizio, de gran cometido en el juego, se puso a tiro de gol pisando el área grande y Wilker lo trabó y el juez Víctor Carrillo sentenció el tiro penal.

Juan Carlos Arce fue el ejecutor del penal, lo hizo con un balazo alto y al centro, y cayó la segunda cifra (2 2’).

La visita que no encontraba la fórmula para devolver gentilezas, no dejó pasar una desatención de la última linea de la Verde, porque una rápida acción de Acosta puso a contrapié a los zagueros de Bolivia y Rondón encontró el balón sin mucho apremio para empujarla adentro (31’) y se acorta la diferencia: 3-1. Arce ensaya un disparo de media distancia que el arquero Baroja echa al corner el cuero que iba rasante al segundo palo (40’).

Antes de finalizar el primer capítulo de la contienda, con el balón en el piso, Chumacero que se proyectó por la derecha, envía un centro medido para Ramallo que de ‘palomita’ conectó un frentazo para el tercer dígito ‘verde’ (45’).

En el segundo tiempo, si bien Bolivia bajó un tanto el acelerador, Lizio en buena acción encaró y Lucena emergió como último escollo (1’).

En rápida corrida Chumacero pasó para Ramallo que encuentra el acierto del arquero Baroja que rechazó y Cardozo con su mejor perfil y a 20 m del arco con zurdazo seco anotó el cuarto de Bolivia (3’).

Blanco, en jugada bien elaborada, con un quiebre se zafó de su marca (Zenteno) y con tiro alto y al centro anuló a Vaca (9’).

A diez minutos del final, tras un tiro de esquina, Vaca se salvó de un gol cantado, el horizontal devolvió el balón y el meta que se eleva paracontrolar la emergencia es blanco de una falta. De ahí en más, el juego cayó en la rutina, y las opciones de gol fueron nulas.

Genaro Orellana