Silencio del bebé Alexander devela “ineptitud de instituciones”

La “ineptitud de instituciones”, como lo denunció el vicepresidente Álvaro García, fue revelada a raíz de la muerte, en circunstancias aún no esclarecidas, del bebé Oscar Alexander Ch. V., el 13 de noviembre de 2014, por lo que EL DIARIO ofrece un breve recuento de lo acontecido a un año del fatal hecho.

El silencio en el que se sumió Alexander la madrugada de ese jueves 13 de noviembre, aún resuena al interior de las estructura de las instituciones estatales creadas para protegerlo, pero cuya administración, al contrario, le causaron la muerte según se puede extraer de los antecedentes que se tiene.

El menor, que ya venía de un ambiente en el cual no recibía el cuidado adecuado, bajo el rotulo de “rescatado”, entre las 06.05 y 06.20 sufrió un atragantamiento con su alimento, según consta en la declaración de la “mamita” responsable de su cuidado, Madelen Paola Pahe Chambi, condenada en abril de este año a 5 años de reclusión.

Que Alexander permanezca en silencio o inmóvil en su cuna, según el testimonio del personal del Hogar Virgen de Fátima (hoy Niño Jesús) que en algún momento lo tuvo a su cuidado, era extraño, ya que era conocido por el llanto fácil y el constante pedido de atención que hacia. La mamita, una joven de 19 años, acudió a su cuna y verificó el semblante pálido y frío que presentaba el menor, pero según declaró, no habría sospechado que Alexander se habría atragantado con su leche por varios minutos. Fue el inicio de una historia plagada de hechos inverosímiles, que modificó la vida de al menos 14 familias.

Sin embargo, como lo reconoció el mismo vicepresidente del Estado, Álvaro García, también “ha sido un reflejo que ha demostrado la monstruosidad de varios sistemas de organización de la justicia, de la salud y de la administración pública que tienen que ser corregidos”.

Como los explica la auditoria medica realizada por el Hospital del Niño, a donde fue llevado por la enfermera del Hogar Lola R.O., luego de que Madelen Pahe reportara el mal estado de salud de Alexander, se extrajo una cantidad significativa de leche de los pulmones.

La extracción no impidió el cuadro de hemorragia interna que le provocó y se agravó con las maniobras de resucitación que por cerca de 45 minutos realizó José Luis D. A., médico de turno en ese recinto. Ambos están imputados por homicidio culposo.

La tercera imputada, por el mismo cargo, es la médico residente, Sandra M.C., del Hospital del Niño, quien junto a un practicante de medicina y la enfermera trasladó al menor al Hospital Juan XXIII, por no existir unidad de terapia intensiva disponible en el recinto de Miraflores.

La sociedad en su conjunto no sólo expresó su repudio, sino también exigió el esclarecimiento de la supuesta violación certificada así por la médico general Ángela Mora que, como perito forense del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), sólo empleó 20 minutos para el reconocimiento del menor cerca de las 13.00 de ese día, cuando Alexander aún estaba con vida.

La Fiscalía de forma unánime ocupó el primer lugar de esa lista de instituciones "ineptas", como los afirmó la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) de Bolivia, Yolanda Herrera, que al igual que otras tantas instituciones basó su crítica en los innumerables errores cometidos por sus peritos.

La hipótesis del Ministerio Público, que fue ratificada en la acusación, presentada el 29 de junio de este año, por los fiscales Susana Boyán y Edwin Blanco, se basa en la conjetura de que el médico de turno en el hogar, ese 13 de noviembre, Jhiery F.S. es en probabilidad el autor del vejamen.