Solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia

De acuerdo con el libro titulado Recursos Hidráulicos de Bolivia (A. Bazoberry Q.) y editado el presente año por la editorial Plural de La Paz, se sabe que gracias a la Fuerza Naval, solucionaría Bolivia su enclaustramiento marítimo, tomando como antecedentes los libros escritos por el Servicio de Hidrografía Naval entre los años 1963 y 1966, donde se encuentran datos y características técnicas de la navegación en las cuencas de los ríos Ichilo, Mamoré, Beni, Madre de Dios, Orthon, Iténez y río Paraguay-Puerto Busch, localizados dentro de la cuenca amazónica de Bolivia, Cuenca Endorreica o Lago Titicaca y Cuenca del Río Iténez o Guaporé.

A todo esto, podemos añadir la importancia que tiene la provincia German Bush, donde el Gobierno de Bolivia apoyando a la fuerza naval puede construir el puerto Mutún-Atlántico, vinculado al río Paraguay por un canal fluvial de 120 Km de longitud, que permite a la flota naval ingresar directamente al río Paraguay para seguir por la Hidrovía Paraguay-Paraná y llegar hasta puerto Nueva Palmira, donde el Gobierno del Uruguay ofrece a Bolivia las facilidades portuarias para la descarga de productos agropecuarios, minerales e hidrocarburos, que serían trasbordados a buques trasatlánticos que van hasta puertos del océano Atlántico.

Esto significa que la flota lacustre y fluvial puede convertirse en una flota marítima con posibilidades de operar en el Atlántico, donde el Gobierno del Uruguay está construyendo el mega puerto “Rocha”, que tiene por objetivo recibir y distribuir los productos de los países de la Cuenca del Plata, con posibilidades de incluir a Bolivia. Para lo cual, la fuerza naval deberá modernizar su sistema de transporte que le permita navegar en el Atlántico.

Presidente Morales y autoridades gubernamentales, frente a la decisión de Chile para entregar al Paraguay un puerto seco en Antofagasta, urge la necesidad de ejecutar el proyecto “Corredor Fluvial Boliviano Mutún-Atlántico”, cuyo costo se calcula en 120 millones de dólares, comparativamente menor a la inversión que haría Chile para llegar al puerto seco de Antofagasta, ofrecido por el Gobierno Chileno utilizando el ferrocarril bioceánico.

Al respecto, el capitán del ejército peruano, presidente Ollanta Humala, dijo que el recorrido que hará el tren bioceánico no sería por el sur peruano y a través de Bolivia, sino “por el norte de Perú, por razones de interés nacional”. Si se llega a ejecutar, ese ferrocarril será una de las mayores obras de ingeniería sudamericana, con un costo superior a los 10 mil millones de dólares. El tren bioceánico impactaría en la economía del Perú cruzando territorio peruano en una distancia entre 1.000 Km y 1.500 Km de vía con un costo estimado de US$3.000 a US$4.000 millones.

Después de lo indicado, al Gobierno de Chile le convendría dialogar con Bolivia para utilizar puerto Mutún-Atlántico, previo convenio para que Chile le permita a Bolivia contar con un acceso soberano al Pacífico, tomando en cuenta que al utilizar el tren bioceánico tendría que participar en una inversión estimada en más de 10 mil millones de dólares para que se pueda utilizar el puerto seco ofrecido en Antofagasta.

Antes de terminar, deseo manifestar al comando y a los miembros de la Fuerza Naval, que todos los bolivianos agradecemos por ser la entidad que solucionaría el enclaustramiento marítimo y la falta de acceso soberano al Pacífico, para que Bolivia pueda comercializar sus productos en los mercados del océano Atlántico.

El Ing. Antonio Bazoberry Quiroga ha escrito los libros El Mito del Silala; Canal Fluvial nuevo Puerto Suárez, y es autor del Proyecto corredor fluvial boliviano “Mutún-Atlántico”.

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