En Latinoamérica

Reducción de pobreza se estanca y crece indigencia



Los indicadores sobre reducción de pobreza muestran avances significativos a nivel regional y Bolivia no es la excepción.

Un último informe del Desarrollo Social Inclusivo indica que una nueva generación de políticas para superar la pobreza y reducir la desigualdad en América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que la pobreza se estanca y aumenta la indigencia en la región.

La reducción de la pobreza se ha estancado desde 2012 y la indigencia muestra una leve tendencia al alza. Además, América Latina y el Caribe siguen siendo la región más desigual del mundo en términos de distribución del ingreso. Según las últimas estimaciones del organismo regional, 19 países de América Latina, en 2014, concentraban 167 millones de personas en situación de pobreza (28% del total de la población), de los cuales 71 millones (12% del total de la población) se encontraban en la indigencia.

En el caso del país, cuando se mide la participación en los ingresos totales de los quintiles (un “quintil” representa el 20% –o un quinto– del número total de individuos de una población determinada) más pobre y más rico, entre el 2002 y 2013, Bolivia muestra crecimiento en comparación de ambas gestiones, en el primer dato, mientras que en el segundo la situación es todo lo contrario.

Y en la variación anual del coeficiente de Gini, Bolivia presenta el porcentaje mayor, en ambos indicadores (quintiles más pobre y más rico), a menos de cero, un indicador logrado en el período 2008-2013.

AMPLIAR LOS PROGRESOS

Los países de América Latina y el Caribe deben ampliar los significativos progresos en la reducción de la pobreza observados en el período reciente e incrementar los incipientes avances en la distribución del ingreso, para reducir los niveles de desigualdad récords a escala internacional, que aún prevalece, señala el informe de la Cepal.

Una de las políticas utilizadas por los gobiernos de la región son las transferencias. En su participación en Lima, Perú, en la presentación del informe de la Cepal, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, informó sobre los bonos sociales, que ha implementado el Gobierno para distribuir los ingresos, como el Bono Juancito Pinto, el Bono Juana Azurduy, la Renta Dignidad, entre otros.

Para la Cepal las transferencias de ingresos para la superación de la pobreza —principalmente destinadas a familias con hijos— constituyen una pieza importante de los sistemas de protección social en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe. Se trata de programas de carácter no contributivo, ya que las familias destinatarias reciben transferencias monetarias del Estado, independientemente de su participación en el mercado de trabajo formal y de la cotización en los seguros sociales.

PROGRAMAS

Los programas de transferencias condicionadas surgieron a mediados de la década de 1990 en el Brasil y México. Desde entonces han crecido mucho: alrededor de 2000 se estaban implementando en cinco países (Brasil, Ecuador, Honduras, México y Nicaragua) y en 2014 ya existían programas de este clase en 20 países de la región (Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tabago, y Uruguay).

De acuerdo con estimaciones de la Cepal, mientras la cobertura de estos programas en 2000 era del 5,7% de la población regional, en 2013 había subido al 21,5%.

El Bono Juancito Pinto es una muestra de las transferencias condicionadas, ya que el requisito para recibir el monto de dinero destinado a este programa, está referido a la permanencia y asistencia al colegio.

Pero según el dato de la Cepal entre 2010-2013, la cobertura de las transferencias condicionadas es más a la población indigente y en menor porcentaje a la población pobre.

Asimismo, en lo que se refiere al monto per cápita mensual de las transferencias condicionadas, basado en encuestas de hogares, alrededor de 2011 y 2013, Bolivia presenta los más bajos recursos destinados a programas sociales, mientras los más altos registran México y Colombia.

FINANCIAMIENTO

En el indicador de gasto social, la Cepal informa cómo los países se encuentran y en qué grupo están en materia de protección y promoción social (promedio simple de cada grupo), alrededor de 2008-2013. Bolivia está dentro del grupo tres, y comparte con Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana.

Estos países registran una inversión, en gasto público social per cápita, de 263 dólares, inferior a la media de América Latina, que alcanza a 712 dólares; el gasto público social en porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) representa 10,6 por ciento, siendo la media de la región 14,1 por ciento.

En el caso del indicador gasto público en protección social (seguridad y asistencia social) per cápita, la cifra alcanza a 76 dólares, y de la región 306 dólares, y en porcentaje del PIB sólo registra 2,7 por ciento, y la región 5,4 por ciento.

Mientras tanto, el grupo tres muestra porcentajes similares a la media de la región en gasto público en educación, 4,6 por ciento; en gasto público en salud está debajo de la media regional, 2,6 por ciento frente a 3,4 por ciento; y en gasto público en vivienda y otros, está por encima de la media de la región, 1 por ciento frente a 0,9 por ciento.

COMBATIR POBREZA

El presidente Evo Morales señaló, ante una audiencia en Alemania, conformada por empresarios y autoridades de ese país, que la pobreza en Bolivia bajará en esta gestión hasta en un 15% gracias a las políticas aplicadas por el Gobierno, según ANF.

“Los anteriores gobiernos nos dejaron con 38% de pobreza, pero gracias a políticas de solidaridad y complementariedad hemos reducido (la pobreza) al 18% en 2013, y según nuestros datos, este año vamos a llegar al 15% de pobreza”, manifestó Morales en la cena de gala “Día de América Latina 2015”, en su visita al país europeo.

DATOS

- Según información recogida en encuestas de hogares de ocho países de América Latina en 2011, 7% de la población no indígena ni afrodescendiente es indigente o altamente vulnerable a la indigencia, porcentaje que se eleva a 11% en el caso de la población afrodescendiente y a 18% de los pueblos indígenas. De igual forma, mientras el 62% de la población no indígena ni afrodescendiente era considerado no vulnerable, esa cifra baja a 56% en el caso de la población afrodescendiente y a sólo 33% en el de los pueblos indígenas.

- Según cálculos realizados por la Cepal con datos de 17 países de América Latina alrededor de 2013, los ingresos laborales representan en promedio 80% del ingreso total de los hogares; 74% del ingreso total de los hogares en situación de pobreza y 64% en los hogares en situación de indigencia. La Comisión también estima que 18,9% del total de personas ocupadas recibe ingresos por debajo de la línea de pobreza en América Latina y el Caribe.

- De acuerdo con el estudio, estas cifras demuestran que un alto porcentaje de personas en situación de pobreza e indigencia en la región está inserto en el mercado de trabajo; no obstante, los ingresos que obtienen de esta fuente son insuficientes para satisfacer sus necesidades. De ahí la importancia del acceso a un empleo productivo y de calidad y al trabajo decente.

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