Detuvieron en Perú a mujer implicada en doble asesinato

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de El Alto confirmó que Yaneth Poma, presunta implicada en el doble asesinato de Víctor Lima Galareta y Cemadar Gonzales, ocurrido el 13 de octubre, fue aprehendida en Juliaca–Perú.

La sospechosa fue trasladada hasta oficinas policiales en la urbe alteña para brindar las declaraciones respectivas en este caso.

Poma, en el momento de prestar sus declaraciones en la División de Homicidios de la Felcc, negó haber tenido una participación directa con las dos muertes y afirmó que huyó del país porque habría contraído una deuda con la pareja asesinada.

“Yo no tengo nada que ver con esas muertes yo me fui porque le debo (dinero) a esa familia, pero esa familia es una estafadora, le debía mucho dinero, yo no sé quiénes los han matado”, afirmó la implicada poco antes de prestar sus declaraciones y ser posteriormente remitida al Ministerio Publico para sus medidas cautelares.

ANTECEDENTES

La pasada semana el ciudadano Alfredo Cáceres fue también capturado en la localidad peruana cuando trabajaba como obrero al interior de una empresa privada donde la Policía del vecino país realizó el rastrillaje luego de haber coordinado las acciones con efectivos bolivianos, para arrestarlo y luego llevarlo a El Alto donde reconoció su implicancia en la comisión del delito.

En la ocasión, el fiscal de Materia Nelson Terrazas anunció que su esposa, quien también estaba en calidad de prófuga, se encontraba siendo buscada en Juliaca y sería también detenida, aspecto que se concretó el fin de semana para, posteriormente, trasladarla hasta la frontera y de allí fue remitida a la Felcc de El Alto la jornada de ayer, con la finalidad de poder ser remitida al Ministerio Público como una de las principales sospechosas por el caso de doble asesinato.

Recordar que los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en el maletero de un vehículo abandonado en la zona San Felipe de Sek’e, la Policía, de manera conjunta con el Ministerio Público, realizó diferentes procedimientos de búsqueda en el territorio nacional, por ejemplo en la carretera a Copacabana, Desaguadero y el municipio de Laja, de acuerdo a información de la Unidad de Inteligencia.

Cerca de cinco rastrillajes fueron realizados en estas poblaciones sin lograr la detención de estas personas. Posteriormente, en coordinación con Interpol y la policía peruana, se determinó realizar diferentes procesos de búsqueda en dos poblaciones, Puno y Juliaca, con lo que se detuvo a Alfredo Cáceres quien fue encarcelado de forma preventiva en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro.

Queda pendiente el proceso de inspección ocular y recolección de evidencias que fue suspendido este mes como consecuencia de la falta de coordinación entre la defensa legal de los familiares de la víctima y de los implicados en el supuesto delito de doble asesinato (María Q. y Cristóbal P.), quienes se encuentran recluidos en penales de San Pedro y Obrajes por supuesta relación de complicidad.

El fiscal Terrazas fue quien los presentó como detenidos junto a Gabriela Q., quien está con detención domiciliaria como supuesta involucrada también en el delito de asesinato en el grado de complicidad.

PERICIAS

Según las pericias, el doble asesinato fue cometido con el uso de cuchillos de carnicería y se habría producido al interior del domicilio de la familia implicada, donde, luego de acabar con la vida de Víctor Lima y su suegra, aguardaron presuntamente a que se desangraran sobre lonas de nylon para luego sacar los cuerpos y acomodarlos en el baúl del vehículo donde fueron abandonados en la zona San Felipe de Sek’e. Dejando en el interior del mismo vehículo la hija y nieta de las víctimas, una menor de dos años y siete meses.

El móvil del delito sería una deuda de 240 mil bolivianos, monto que habría sido prestado por las víctimas a los implicados en el delito, quienes tres días antes fueron presionados mediante llamadas telefónicas y supuestas comunicaciones con responsables de una entidad financiera, con la finalidad de que las víctimas, quienes eran los padrinos de matrimonio de los implicados, llegaran a su vivienda, para no salir de ella con vida.