Felipe Coarite Huañapaco
Una planta nuclear como una cualquiera actividad industrial tiene innumerables riesgos, que podrían ocasionar daños a la salud los trabajadores y al patrimonio físico dentro de la nave industrial, así como al medio ambiente circundante.
En Bolivia no existe una cultura de prevención de riesgos. El Decreto Ley No 16.998 de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar de 1979, que tiene por objeto proteger a los trabajadores de las enfermedades y accidentes del trabajo, dentro de una nave industrial es obsoleto, no tiene sus reglamentos para las actividades por sectores. La Ley de Medio Ambiente 1.333 de 1992, que tiene por objeto la protección y conservación del medio ambiente y los recursos naturales, más bien pareciera que fue hecha para contaminar el aire, el agua, y degradar el medio ambiente, ya que sus límites permisibles y la metodología empleada para medir los contaminantes son diferentes a los estándares internacionales empleados para este fin.
Por otro lado, los licenciados, magísteres y doctores de física que van a trabajar en la planta nuclear, desconocen la materia de prevención de riesgos, debido a que los planes curriculares de las carreras de física de las universidades a nivel mundial no contemplan las materias de higiene, seguridad ocupacional y medicina del trabajo específicos para las plantas nucleares. Lo que sí deben conocer son las barreras de protección del reactor nuclear para minimizar los riesgos.
Existen amenazas externas de carácter natural y antrópicas que podrían ocasionar daños a una planta nuclear, éstas pueden ser de carácter natural, como son: terremotos, tornados, rayos, incendios naturales, y las antrópicas como ser: anormalidades climáticas, atentados terroristas, incendios provocados por el hombre y otros que podrían ocasionar verdaderas catástrofes en una zona geográfica. Por consiguiente, una planta nuclear representa un alto grado de riesgo para la comunidad circundante.
No hay actividad humana con cero riesgo. Volar en un avión tiene un alto grado de riesgo, viajar en un barco por el mar también. No por eso el hombre ha dejado de utilizar esos medios de transporte. Vivir en las costas de los océanos, cerca de la zona de subducción de las placas continentales, representa un alto grado de riesgo. Sin embargo, el hombre desafía a los terremotos y tsunamis, adoptando medidas de prevención y protección contra las amenazas indicadas anteriormente.
De lo explicado anteriormente se desprende que el Estado Plurinacional de Bolivia no tiene políticas adecuadas para la prevención de riesgos dentro y fuera de las unidades industriales. Las universidades tampoco forman profesionales con conocimiento de prevención de riesgos en una planta nuclear. Estos dos factores inciden negativamente para la implementación de una planta nuclear en Bolivia. Sin embargo, estos factores son superables. Depende del hombre (Estado) reducir el grado de riesgo en una planta nuclear, debido a que es un factor antrópico, no de eliminar.
El autor es docente de la UPEA.
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