Con Francia en recuperación del impacto de los ataques de la semana pasada en París, el primer ministro de ese país, Manuel Valls, advirtió ayer que los terroristas islamistas podrían emplear armas químicas o biológicas en algún momento, e instó a los legisladores a ampliar el estado de emergencia durante tres meses más.
“No hay que excluir nada. Lo digo por supuesto con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en mente. Puede haber riesgo de armas químicas o bacteriológicas”, dijo el primer ministro Manuel Valls, al presentar el proyecto de ley sobre el estado de emergencia.
Entre las medidas adicionales anunciadas por Valls figura también la creación de un nuevo centro juvenil, destinado principalmente a los “arrepentidos”. “´(Los pondremos) a prueba para medir su voluntad de reinserción”, explicó.
Los yihadistas de regreso de Siria o de Irak no tendrán cabida en él. “Su lugar está en la cárcel”, aseguró en su discurso.