El territorio del Marquesado de Tojo comprendía, desde tiempos de la colonia, desde San Bernardo de La Frontera, hoy Tarija, hasta la ciudad de Jujuy. Eran los límites de sus posesiones.
El primer Marqués del Valle de Tojo fue Juan Joseph Fernández Campero de Herrera; llegó alrededor del año 1667, con recomendaciones al Conde de Lemos, Virrey del Perú.
Casado con Juana Clemencia Bernardes de Obando, no tuvo hijos, enviudó, se casó en segundas nupcias con Josefa Gutiérrez de La Portilla, tuvo dos hijas Manuela y María, la última murió de 12 años.
Juan Joseph fue uno de los primeros filántropos de América, usó su fortuna en obras de piedad, fundó y sostuvo a su costa el primer colegio de la Compañía de Jesús; construyó reductos en el Chaco, y en las misiones de Chiquitos; murió en Tojo, el 7 de septiembre de 1718.
Manuela Fernández Campero heredó el Marquesado de Tojo y Yavi, se casó en Yavi con el capitán Alejo Martiarena de Barranco, español. A favor del matrimonio se otorgó en Yavi, el 9 de Julio de 1727, la escritura pública de fundación del vínculo y mayorazgo de Valle de Tojo.
Esa escritura señalaba que todos los sucesores del Mayorazgo deberían llevar el apellido Fernández Campero. Debido a esa cláusula, el esposo de la Marquesa se llamó: Alejo Fernández Campero Martiarena del Barranco.
Luego, llegó el tercer Marques del Tojo, Juan José Manuel Gervasio Fernández Campero Martiarena del Barranco, vale decir el quinto hijo de Alejo Martiarena y Manuela Fernández Campero.
Nacido en Tojo, quedó huérfano muy niño por la muerte de sus padres; con las debidas dispensas papales, contrajo matrimonio con su sobrina, María Ignacia de Uriondo y Martiarena, tuvieron un hijo, el cuarto Marqués del Tojo.
Juan José Feliciano Fernández Campero Martiarena y Uriondo nació en Yavi en l777, Marqués del Valle de Tojo, Caballero de la Real Orden de Carlos III, Alcalde de Tarija. Capitán ascendido a Teniente Coronel, de los Dragones de Jujuy, luchó contra los bárbaros infieles en el Chaco, fue costeada toda la campaña a sus expensas.
Ya con el grado de Coronel Mayor de los ejércitos de Carlos IV, decidió unirse a las fuerza patriotas que luchaban por la independencia de España. Se inició en la batalla de Salta en l813 contra el realista Dorrego y el General español Pío Tristán. Sus luchas siempre estuvieron comandadas por el General Belgrano.
En esa época de caos y de caudillos feudales en las provincias de América, era indispensable un hombre mandante. Belgrano sugirió el nombramiento de un soberano Inca, buscándose a uno de sus descendientes en Alto Perú. Muchos políticos americanos apoyaron la idea, como José Ignacio Gorriti, y otros. Pero la idea no fue aprobada, más por un descendiente aymara, que dirigía un periódico en Buenos Aires, Vicente Pazos Kanki.
En 1816, Juan José Feliciano fue sorprendido en Yavi, por fuerzas del General Olañeta, siendo prisionero y enviado a España. Murió en Kingston en octubre de l820.
Casado con Manuela Barragán, dama potosina, dejó tres hijos: Fernando, María Calixta y José María que murió a sus seis años; su segunda hija, María Calixta, contrajo matrimonio con Manuel Anzoategui, tuvo los siguientes hijos: Delfina, casada con Pedro Reyes; Adelaida, casada con Pedro José Zilveti; Estela, casada con Juan Sor; Braulia murió soltera; Lindaura con el General Narciso Campero; Florinda casada con Telmo Ichazu; y Felina casada con Luis Pablo Rosquellas.
Narciso Campero: abuelo de Javier Paz Campero.
Pedro José Zilveti: abuelo de Pedro Zilveti Arce.
Luis Pablo Rosquellas, abuelo de Raúl y Rafael García Rosquellas.
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